Si uno introduce las palabras cyborgs reales en internet, probablemente se encontrará con una lista encabezada por Neil Harbisson, a quien algunos consideran “el primer cyborg” reconocido del mundo. La razón es que en 2004, las autoridades británicas aceptaron que figurara en la foto de su pasaporte portando su ojo electrónico.
Harbisson nació con acromatopsia, lo que quiere decir que no puede identificar colores. Su vida transcurrió en blanco y negro hasta que un día hace diez años adoptó un ojo electrónico que le permite “escuchar”, por vía ósea muchos más colores de los que el ojo humano es capaz de identificar.
El ojo que Neil porta consiste en un sensor de color acoplado en el extremo de una antena, que envía información a un chip instalado en su nuca, que transpone los colores en un sonido que él capta a través de sus huesos. Gracias a esta tecnología ahora puede percibir no sólo una gran cantidad de gamas de color, sino que también capta rayos ultravioletas e infrarrojos, dotándole así de una visión sobrehumana.
Un día, recuerda, notó que el cerebro y el software que emplea su ojo electrónico se fundieron, que empezó a soñar los sonidos del color, y fue ahí donde admite, entendió lo que significaba ser un cyborg.
En 2010, Neil Harbisson y la coreógrafa Moon Ribas decidieron fundar la Fundación Cyborg, para ayudar a aquellos que quieren incorporar tecnología en su cuerpo, defender los derechos de los cyborgs y difundir un movimiento social artístico bajo el nombre del cyborgismo.
Este año, la fundación dio que hablar cuando Cyborg Foundation, documental realizado por Rafael Duran Torrent, contando la historia de Harbisson y su organización, se hizo con un premio en el Festival de Sundance de Estados Unidos.
Según Neil, los cyborgs necesitan defender sus derechos y darse a conocer, ya que él mismo ha sufrido las consecuencias negativas de portar en su cuerpo elementos cibernéticos. Por ejemplo, le han privado de entrar en algunos cines, al pensar que pretendía grabar la película y distribuirla en versión pirata.
Otra misión de su fundación es ayudar a las personas interesadas a incorporar tecnología a su cuerpo, como sensores para percibir dónde está el norte, entradas de audio por los huesos o aparatos para percibir el entorno en 360 grados.
Neil ha estado trabajando en un proyecto para desarrollar ojos electrónicos para ciegos en Ecuador.
Incrementar el poder de nuestros sentidos, y no sólo entre las personas con alguna discapacidad, afirma, “nos permitirá percibir mejor la realidad y eso podría tener consecuencias muy positivas, para entender mejor cómo estamos y quiénes somos”.
Pero cuando se le pregunta si promover este tipo de tecnologías para incrementar nuestra percepción no daría lugar a un mundo de superhumanos frente a humanos de a pie incapaces de acceder a esta tecnología, Neil responde que la tecnología necesaria para convertirse en cyborg como la que ellos sugieren es sencilla y barata, asequible por no más de 15 dólares.
Por otra parte, señala, “las clases existen ahora y han existido siempre. El hecho de convertirse en cyborg no va a provocar ningún cambio. No va a crear un problema nuevo en el mundo”. (BBC Mundo)
Según un estudio, los perros también son pesimistas
Según un estudio de la Universidad de Bristol, algunos perros son pesimistas por naturaleza. Para medir la psicología canina, los investigadores entrenaron a perros para reconocer que los recipientes situados a un lado de una habitación contenían comida, mientras que los ubicados al otro lado estaban vacíos. Después los colocaron en ubicaciones “neutrales” entre ambos lados. Así como las personas felices tienden a ver el lado positivo, los perros optimistas corrieron hacia el recipiente, esperando encontrar comida, mientras que los pesimistas dudaban o se movían más despacio.
El jueves es el mejor día para tener relaciones sexuales
El jueves es el mejor día para tener relaciones sexuales porque este día el cuerpo produce hormonas sexuales de manera más activa, concluye un estudio de la London School of Economics. La libido alcanza su pico máximo en las primeras horas de la mañana cuando los niveles de testosterona masculinos alcanzan su máximo nivel y los niveles del estrógeno en mujeres se multiplican por cinco. Según otro estudio, los miércoles y los jueves son los días más productivos en el trabajo. Además, el jueves es uno de los días más felices de la semana, quizá porque el final de la semana se ve cerca.
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