“Si tu respuesta es un sí, probablemente padeces algún grado de Nomofobia (acrónimo de “No Móvil” Fobia): una nueva tipología de trastorno psicológico nacida al amparo de las nuevas tecnologías, relacionada con cierto grado de ‘adicción’ u obsesión por Internet, cuyo principal síntoma es el pavor a sentirte ‘desconectada’, a perder el móvil, el ordenador, la conexión... ¿lo peor? Puede repercutir directamente en un incremento del estrés y, por tanto, requerir terapia”, explica el psicoterapeuta Juan Martínez-Mena en su blog.
“Muchos de los pacientes que acuden a consulta no son conscientes de que su estrés puede provenir, en gran medida, de estar online todo el día. Incluso antes de dormir lo que, como estudios recientes confirman, influye en el desarrollo de trastornos del sueño y estrés en más del 50 por ciento de los casos”, explica el psicoterapeuta. “Aprender y practicar técnicas de respiración relajante, puede ayudar a combatir dicha obsesión”, dice el experto.
Te damos técnicas y terapias que ayudarán a aliviar los síntomas de estrés.
Nomofobia, cada vez más común
El último estudio sobre adicción al teléfono móvil arroja conclusiones preocupantes: el 66% de la población británica padece nomofobia, según una encuesta que acaba de hacer pública la firma OnePoll basándose en mil entrevistas.
Hace cuatro años, una encuesta similar cifró en el 53% el porcentaje de personas adictas al móvil, trece puntos por debajo, lo que da una idea del ritmo de crecimiento de este trastorno, tanto como la frecuencia con la que se hace uso del teléfono. Por término medio, cada usuario consulta su móvil 34 veces al día.
Y claro, ante un bien tan preciado, y como ocurre con cualquier tesoro que se convierte en obsesión, el miedo a perderlo puede llegar a ser aterrador.
Según el estudio, el 70% de las mujeres reconoce tener pánico a perder su teléfono móvil, frente al 61% de los hombres.
Además, la nomofobia se manifiesta con síntomas como ansiedad, malestar general, enfado o inquietud, negación, ocultación y/o minimización del problema, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima.
La clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual. “Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar con el móvil.
Desde el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad se recomienda acudir a un psicólogo para atajar el problema lo antes posible si ya se ha detectado tener algunos de estos síntomas.
¡TECNO ESTRÉS!
Trucos para superar la ansiedad que provocan las nuevas tecnologías
Respira. La respiración es fundamental para ayudar a controlar los trastornos derivados del estrés y la ansiedad que producen las nuevas tecnologías, por eso técnicas como el yoga son altamente aconsejables. Esta técnica ancestral no solo ayuda a paliar la sensación de angustia, también la previene. En el control de la respiración reside la clave de esta dolencia.
Yoga esencial. Esta técnica no sólo ayuda a superar el estrés, también lo previene. “Lo malo es que la mayoría de la gente sólo acude a él cuando ya padece estrés y ansiedad, lo ideal sería practicarlo de forma habitual”, explica Víctor M. Flores, director pedagógico del Instituto de Estudios del Yoga. “A mis clases cada día viene más gente con distintos trastornos derivados del uso excesivo de las nuevas tecnologías”, afirma.
Masaje. Los masajes relajantes también son recomendables. Un buen masaje incrementa el bienestar y aporta numerosos beneficios en el sistema inmune. Además, las sustancias que libera el cuerpo durante un mensaje actúan activamente contra el estrés. La histamina y la acetilcolina desactivan la respuesta de huida del sistema nervioso simpático, disminuyen el ritmo del corazón y la presión arterial. La estimulación cutánea refuerza nuestro sistema inmune que había sido suprimido por la acción del cortisol (sustancia que segregan las glándulas suprarenales cuando estamos sometidos a un estrés continuo).
Enestado Om. “No hay que confundir el estado de meditación con la relajación. Al primero es muy difícil llegar y se consigue tras muchos años de práctica. El segundo -más fácil de conseguir mediante la respiración, es el que más gente viene buscando cuando comienza a practicar yoga”, dice Víctor M. Flores.
Una vida fitness. Otra de las principales herramientas para aliviar los síntomas de estrés es concentrarse en actividades mecánicas y repetitivas. Cuando haces deporte, sobre todo si es cardiovascular, es fundamental centrarte en la actividad que estás realizando y olvidarte de todo lo demás. Este es el mejor mecanismo para dejar a un lado los problemas. Si es al aire libre, mejor!
¡Estírate! El estrés suele provocar fuertes dolores de espalda y el pilates ayuda a ser conscientes de nuestro cuerpo y a controlarlo.
Además se le da mucha importancia a la columna vertebral y practicando sus ejercicios conseguimos una espalda fuerte y flexible.
Oxigenoterapia. Otra de las consecuencias directas del estrés es el envejecimiento prematuro de la piel. Si sientes que tu piel tiene un aspecto apagado, cetrino, cansado, ajado y sensibilizado, es que te está pidiendo a gritos un respiro. La oxigenoterapia es un protocolo que infunde a la piel una verdadera inyección de vida gracias al aporte de oxígeno puro, que devuelve la energía a las células cansadas de la piel para recuperar su esplendor y juventud. La piel se muestra jugosa, hidratada y recupera la luz y la claridad. La sensibilidad, rojeces y el tono cetrino desaparecen.
Detox. Si sientes falta de energía, agotamiento, ojeras, piel reseca o acumulación de líquidos y no sabes por qué... prueba con una dieta detox. A veces, la cafeína, demasiado azúcar, comidas procesadas, poco ejercicio y estrés son factores que ralentizan nuestra capacidad natural de eliminación de toxinas. Energiza tu cuerpo y mente con una limpieza general.
A carcajadas. Está comprobado científicamente que la risa promueve la secreción de hormonas beneficiosas para el organismo. La serotonina tiene un efecto analgésico y regula el sueño, el dolor y el placer; las endorfinas estimulan y potencian la sensación de bienestar, y la dopamina facilita la agilidad mental y el estado general de euforia y alegría. Reírse a carcajadas es el acto más natural y beneficioso del mundo.
Detox digital. Vivimos en un mundo virtual de relaciones construidas a base de fotos en Instagram, charlas en WhatsApp, likes en Facebook y comentarios en Twitter. Este nuevo orden digital tiene sus ventajas: la oxitocina, la hormona social, aumenta cada vez que alguien le da al “me gusta” en nuestro Facebook, y la dopamina se multiplica cuando googleamos algo; además, ganamos en inmediatez y nos comunicamos con amigos de la infancia y conocidos repartidos por medio mundo. La desventaja: el Internet esclaviza. Los datos son elocuentes: visitamos una media de 40 webs diarias y el 60% actualiza regularmente Facebook; además, el 75% de la población mundial usa un smartphone (según el Banco Mundial) y el 67% comprueba el móvil aunque no haya sonado (según Per Research). El iPhone es protésico, es parte del cuerpo cultural del siglo XXI. Chequearlo genera un estado de alerta y estresa. Más cifras inquietantes: el 60% de los estadounidenses admite ser adicto a Internet y los heavy users sufren una reducción de la masa gris cerebral y se deprimen más, según la plataforma Forensic Psychology.
NUMEROS
Nuestros smartphones ejercen un tipo de tiranía sobre nosotros.
61% de los encuestados dijo que no puede ignorar su celular y lo chequea cada hora para ver si tienen un correo, un texto, etc.
81% interrumpe conversaciones y comidas para hacerlo.
34% veces al día, en promedio, consultamos el móvil
70% de las mujeres reconoce tener pánico a perder su teléfono móvil
QUICKIE
Chequear nuestro celu no nos hace sentir bien. 61% dice que se siente celoso, deprimido o irritado luego de ver updates en las redes sociales. No es sorpresa que 73% de los encuestados cree que su Smartphone contribuye al estrés.
3 de 5 personas admitieron pasar su tiempo libre con sus computadoras, más que con las personas que aman. Date cuenta de tus habitos “tec” y el efecto que tienen sobre ti y toma control.
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