El cada vez más acelerado avance de la investigación y la universalización del mercadeo hace que equipos y accesorios que por el uso cotidiano parecían irremplazables, tanto por su utilidad y precio, de la noche a la mañana pasaron a ser parte del desván.
Por aquel entonces los teléfonos móviles tenían la pantalla verde y el juego que hacía furor no era demasiado elaborado: consistía en una serpiente que no debía tocarse a sí misma. Las películas en soporte de cinta eran bastante novedosas, tal el caso del Betamax y el VHS que eran la forma más común de disfrutar una película en casa.
Algunos de los grandes ausentes reemplazados en la vida actual
Diskette
Toda la información valiosa debía ser guardada en decenas y hasta cientos de estos sistemas de almacenamiento de tan poca capacidad. Hasta que llegaron los pendrives primero, y la nube después.
Sonido
Eran indispensables en cualquier fiesta y los que gustaban de ser anfitriones hacían grandes inversiones por tener los más potentes. Hasta que el ordenador y el iPod se convirtieron en verdaderas discotecas hogareńas.
Vhs
Betamax y VHS. Duró poco la hegemonía del vídeo, ya que pocos años después de que lograran llegar al público masivo empezaron a ser reemplazados por los reproductores de DVD y el servicio on demand de la televisión por satélite o la televisión por cable.
Discman
Indispensable para cualquier adolescente que tenía que hacer largos recorridos durante el día. Pero hoy la música, como casi todo, se encuentra dentro del teléfono.
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