Google sigue trabajando en el desarrollo de los denominados Google Car, los coches inteligentes que nos llevarían a nuestro destino sin que el usuario mueva un dedo. Aunque hasta ahora la compañía se había centrado de manera principal en el desarrollo del software que pudiera llevar esta idea a la luz, las últimas informaciones indican que la compañía de Internet podría fabricar sus propios coches. Este movimiento estaría pensado para empujar a los fabricantes a que apuesten por esta tecnología (ya sea la fabricada por Google u otras marcas). Uno de los principales usos que podrían tener estos coches desarrollados por la compañía estadounidense es el de servir como un taxi robotizado.
Durante los últimos meses se ha hablado mucho de los esfuerzos de la compañía del buscador por desarrollar coches autónomos capaces de funcionar de manera inteligente, controlando aspectos como el tráfico o la seguridad. Hasta ahora, la empresa se había ocupado sobre todo de perfeccionar el software que manejaría el coche y aseguraría un correcto funcionamiento. No obstante, Google también podría decidirse a fabricar sus propios coches. Según fuentes allegadas, la compañía llevaría varios meses conversando con empresas que manufacturan piezas de vehículos para fabricar su propia línea de coches Google. Eso no significa que la firma quiera convertirse en un fabricante de coches.
Google intenta presionar a las empresas para que aceleren la adopción de esta tecnología en coches, ya sea desarrollada por la propia Google o por otras firmas. Aún así, la compañía buscaría una ocupación práctica para estos coches. Y una de las ideas que se barajan es la de que estos coches sirvieran como robo-taxis. Los coches de Google podrían servir como taxis robotizados que nos recogerían a la puerta de nuestra casa y nos llevarían al lugar deseado sin necesidad de conducir. Eso sí, no está nada claro cómo organizaría la compañía un servicio semejante, y si se apoyaría en las empresas de taxi ya establecidas.
Sea como fuere, todavía se trata solo de especulaciones, aunque la compañía estadounidense está apostando muy fuerte por el desarrollo de los coches inteligentes. Desde la firma se ha defendido esta iniciativa en numerosas ocasiones, resaltando el peso que puede tener en el desarrollo de la sociedad y en el gran número de vidas que se podrían salvar. Pero también sería un negocio muy importante para Google, ya que canalizaría el movimiento de estos vehículos a través de sus propias herramientas, y conseguiría grandes cantidades de datos sobre los conductores (es posible que dentro de unos años tengamos que iniciar sesión en el coche para comenzar a conducir). La compañía ya cuenta con una pequeña flota de coches que integran sus radares y con los que ya se están realizando pruebas de conducción exitosas.
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