El sedentarismo se define como la falta de ejercicio físico regular en la vida cotidiana, una característica propia de la sociedad contemporánea, principalmente en países de ingresos altos y medios, donde la tecnología se ha empleado, entre otras cosas, para facilitar la movilidad de los individuos en la ciudad, así como la realización de sus actividades laborales sin que ello conlleve un esfuerzo significativo.
TIEMPO SENTADOS. Aunque diversos estudios ligan la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares a la falta de ejercicio, pocos estudios han examinado la relación entre el tiempo que pasados sentados y la tasa de mortalidad. Para analizarlo, un equipo de científicos ha estudiado a más de 120.000 sujetos durante 14 años. Y ha encontrado que las mujeres que pasan más de seis horas sentadas al día ven aumentado en un 37% su riesgo de mortalidad frente a aquellas que sólo permanecen sentadas tres horas diarias. En el caso de los hombres, seis horas de vida sedentaria suponen un aumento del 18% del riesgo de fallecer, sobre todo debido a enfermedades cardiovasculares. Además, el estudio revela que cuando el exceso de tiempo dedicado a estar sentados se une a la ausencia de actividad física, el riesgo de mortalidad prácticamente se triplica en ambos sexos.
"Varios factores pueden explicar la asociación entre la vida sedentaria y las altas tasas de mortalidad", asegura Alpa Patel, coordinadora del estudio. Según la experta, pasar mucho tiempo sentados tienen consecuencias metabólicas, y afecta "a los triglicéridos, el colesterol, la glucosa, la presión arterial y la leptina, que son biomarcadores de obesidad, de problemas cardiovasculares y de otras enfermedades crónicas".
MUERTE. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vida sedentaria cobra alrededor de 3.2 millones de vidas al año y, de hecho, está catalogada como uno de los cuatro factores de riesgo (junto al tabaquismo, la mala alimentación y el alcoholismo) para el desarrollo de Enfermedades No Transmisibles (ENT), también conocidas como enfermedades crónicas, las cuales son la principal causa de muerte en el mundo, pues matan a 36 millones de personas al año. En su “Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010”, el organismo señala que las personas que llevan un modo de vida sedentario tienen entre un 20 y un 30 por ciento más posibilidades de morir por cualquier causa que las personas que realizan algún tipo de actividad física y son más propensas a padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer de mama o colon.
Aunque la OMS pone especial énfasis en dichas enfermedades por considerarlas parte de una epidemia mundial, la inactividad física ha sido relacionada también con otros padecimientos como la osteoporosis, la artritis y trastornos como la depresión, la fatiga, los dolores musculares y las neuralgias.
MÁS QUE LA OBESIDAD. La OMS le atribuye al sedentarismo el 6 por ciento de las muertes anuales, un uno por ciento más que al sobrepeso y la obesidad, pero además la coloca como una causa directa de esta problemática y la califica como un factor de comportamiento modificable, lo cual significa que los esfuerzos dirigidos al combate del sedentarismo constituyen una medida de prevención que disminuirá los índices de obesidad.
Otras versiones
Si la tuya es una de esas parejas que han buscado sin éxito tener hijos, quizá se deba empezar a poner más atención en el estilo de vida que se lleva y realizar los cambios que sean pertinentes, ya que hay estudios que demuestran que la falta de actividad física influye en la fertilidad masculina, principalmente, pues reduce la producción de testosterona y otras hormonas necesarias para la formación de esperma, dejando como consecuencia un menor volumen de espermatozoides en cada eyaculación, e incluso más lentos.
¿SOY SEDENTARIO?
En la actualidad, la mayoría de los trabajos obligan a permanecer largos lapsos de tiempo sentados frente a una computadora, o bien a moverse en espacios muy reducidos, impidiendo así la ejercitación del cuerpo, sin embargo, eso convierte en sedentarias a las personas. El problema es cuando después de la jornada laboral se dedica el tiempo libre a permanecer en estado de reposo ya sea viendo televisión, jugando videojuegos o navegando en internet.
Si se suma el tiempo que se pasa trabajando, que comúnmente es de ocho horas, a un número similar de horas de sueño, únicamente restarán otras ocho que seguramente se emplean en el arreglo personal, traslado, alimentación y reposo. La pregunta clave es, ¿cuánto tiempo al día le dedico al ejercicio físico y cuánto a la inactividad?
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