Especialistas de la UNAM (México), encabezados por José Abel Herrera Camacho, académico de la Facultad de Ingeniería (FI), desarrollan tecnología basada en inteligencia artificial para mejorar una prótesis para brazo, que puede ser manipulada por el usuario con el uso de la voz.
El brazo mecánico fue diseñado en el Departamento de Mecatrónica de esa entidad, a cargo de Manuel Dorador, pero fue el equipo del Laboratorio de Procesamiento de Voz, que dirige Herrera Camacho, el que elaboró el comando verbal para darle funcionamiento.
Las prótesis comerciales más avanzadas son controladas por impulsos eléctricos y sólo permiten determinados movimientos, en tanto, el mecanismo de los universitarios posibilitará actividades predeterminadas, como tomar una pluma y escribir o sujetar una taza con fuerza controlada.
Existen algunas que pueden ser dirigidas a través de una computadora, con la ayuda de la otra mano, pero ello representa ciertas molestias; otras pueden ser controladas a través de los nervios residuales que antes daban movimiento al brazo natural, sin embargo, en ocasiones éstos fueron dañados.
Ante esas situaciones, el equipo de la UNAM pensó en un prototipo que utilice la voz para realizar una serie de movimientos predeterminados, la tarea principal es que cuente con más movimientos. “Si la persona puede hablar, estará en posibilidad de dar indicaciones y la prótesis sabrá hasta qué punto imprimir fuerza, pues podemos calibrarla para que lo haga hasta determinado grado”, explicó Herrera Camacho.
El reconocimiento de voz se realiza mediante un procesador digital de señales (DSP, por las siglas de digital signal processor), que tarda 64 milisegundos (milésima fracción de un segundo) en reconocerlo. “En condiciones de laboratorio, con ruido de 20 decibeles, hemos logrado precisiones de 99 por ciento, aproximadamente”.
El DSP, detalló, es un micro controlador que en la prótesis haría la función equivalente a la del cerebro de una computadora.
Carlos Andrés Acosta Ramos, tesista de maestría del Laboratorio, expuso que el propósito es que la prótesis no requiera de una computadora, sino que sea autónoma; para ello adaptaron un DSK, conjunto de herramientas de desarrollo de software, que permite crear aplicaciones para un sistema concreto.
Han realizado pruebas del sistema, con buenos resultados, a través de un micrófono convencional de diadema. “La idea es reducir el costo a una quinta parte, lo que permitirá ponerla al alcance de más personas”, resaltó.
La meta es que el usuario entrene con el sistema de reconocimiento de voz para que éste se adapte a su tono, pero también podría usarlo sin necesidad de ese ensayo. “Ya nos encontramos en pruebas de repetición”.
La tecnología que los especialistas desarrollan –reconocimiento de voz y control de motores– también podría aplicarse en prótesis de miembros inferiores (pierna o pie), incluso en la industria para el control de motores ensambladores. “Además tiene aplicaciones en el hogar: para correr cortinas, prender luces y abrir puertas”, ejemplificó.
(Fuente: UNAM/DICYT)
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