Tecnología robótica para grabaciones

En los mares y océanos del mundo se pueden encontrar todo tipo de maravillas y cada vez es más común que entre ellas se encuentren algunos ingenios humanos conocidos como vehículos submarinos autónomos que serían algo así como los drones voladores, pero en el plano de las profundidades submarinas.

De entre las muchas empresas que se dedican a este campo en todo el mundo, Feines d’Aigua Sub 2B es una de las que nos queda más cerca. Nacida en 2006 realiza todo tipo de actividades y trabajos de grabación de imágenes submarinas, últimamente con tecnología renovada para adaptarse a los tiempos que corren.

La evolución de Feines d’Aigua Sub 2B y sus pequeños artilugios buceadores comenzó como la de muchos aficionados y profesionales que llevan año dedicando sus cámaras, robots y vehículos autónomos a apoyar en labores de grabación de documentales y películas, investigación científica y para otros usos profesionales y comerciales.

MIL METROS Entre su equipamiento cuentan con un pequeño submarino MiniRov capaz de descender hasta 150 metros bajo el agua para grabar con cámaras de vídeo especiales todo lo que sucede en las profundidades y otro más grande llamado simplemente ROV que con la ayuda de un largo cable puede descender hasta 1.000 metros bajo la superficie.

Algunos de los trabajos que realizan cubren todo el proceso tanto a nivel técnico como de personal –es una tarea especializada que no resulta fácil– aunque también alquilan los equipos por si alguna empresa o particular prefiere usarlos por su cuenta.

Además de las labores que llevan a cabo los pequeños robots se incluyen las horas y horas de buceadores, camarógrafos y técnicos especializados para tareas tales como los estudios medioambientales, revisión de pozos y piscinas o recogida de muestras.

EN GOOGLE Otro aspecto interesante es que la información recogida en todas las inmersiones de estos pequeños robots se va traspasando a un cuaderno de bitácora público y abierto que puede consultarse en internet: para verlo basta visitar la página con el navegador web y el conocido plug-in Google Earth.

Todos los datos se muestran como puntos en el mapa a partir de los cuales basta hacer un clic con el ratón para acceder a imágenes, fichas informativas y clips de vídeo grabados durante las inmersiones: una forma más que sencilla de conocer mejor lo que ofrece nuestro entorno natural gracias a las tomas muchas veces ´imposibles´ recogidas por estos intrépidos robots.