Comerciantes aprenden chino mandarín con un bolígrafo electrónico hablante que lo adquieren en la Academia de Idiomas RGA. El fin es hacer negocios en el país asiático.
El objetivo del producto, que cuesta 2.500 bolivianos, es familiarizar al estudiante con los tonos del chino mandarín.
Sobre un libro especial que se adquiere junto al lapicero, la comerciante de zapatos Sandra Crispín subraya con la punta del bolígrafo las palabras en chino, segundos después escucha la correcta pronunciación.
También puede mantener el aparato sobre un número de alguna oración y el bolígrafo "habla” la frase completa. Una de las primeras expresiones para aprender es el saludo: Hola, ¿cómo te va últimamente?, y el aparato pronuncia correctamente: "Ni hao, zenmeyang”.
El artículo es ideal para los comerciantes que no tienen tiempo para pasar clases y viajan constantemente a China, según el administrador de la academia, Fernando Guzmán.
El jefe de marketing de RGA, Mauricio Lora, recomienda comprar el aparato y pasar un mes de clases para mejorar la fonética del idioma. "Con un mes de aprendizaje el comerciante puede viajar y desenvolverse fácilmente”, explicó.
Este aparato es innovador ya que los docentes que saben chino, agregó Guzmán, cobran mucho. En RGA, ubicado en El Prado, pagan al docente 100 bolivianos por hora, mientras que una empresa china realiza la enseñanza por 2.000 dólares al mes.
"No podemos competir con precios tan altos. Por eso se pasa clases tres horas por semana y los demás días el estudiante puede practicar en el minibús o en sus horas libres”, indicó Guzmán.
Aprender el idioma abarata la estadía en China y ayuda a disminuir costos en alimentación, vivienda y otros aspectos. "Los chinos te suben el precio cuando ven que no conoces la hermenéutica del lugar”, aseveró Lora.
Sin embargo, el comerciante deberá pagar al traductor 100 yuans la hora, que equivalen a 130 bolivianos aproximadamente.
Al terminar el texto básico que contiene las frases más habituales, como saludos, números, horarios y direcciones, el cliente adquiere un link que lo dirige a un portal en el internet para continuar el aprendizaje.
Este año, la academia y la Embajada de China adquirieron 100 bolígrafos y a la fecha disponen de menos de 40. Lora indicó que se tiene planificado reabastecer al mercado para el próximo año, según la demanda paceña.
Otro de los productos que puede adquirir el comerciante es un traductor electrónico, parecido a una calculadora, donde el interesado escribe en español y el producto realiza de forma verbal la traducción en chino.
Los niños también pueden familiarizarse con este idioma con el libro El paraíso del chino, que está lleno de dibujos coloridos y palabras en este idioma.
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