Las nuevas autoridades de la Cooperativa de Teléfonos La Paz (Cotel), entre ellos, Jorge Guillén, nuevo presidente del Consejo de Administración y Luis Bazoberry, presidente del Consejo de Vigilancia, fueron posesionadas ayer, con el reto de sacar adelante a esa empresa amenazada de quiebra.
A pocos minutos de la posesión, los nuevos representantes de la institución asumieron un supuesto atentado de bomba en el interior, asimismo la instalación de una huelga de hambre del vocal Leopoldo Choque.
Durante la posición de la nueva cabeza, Guillen manifestó: “Nosotros vamos a trabajar apenas este acto termine, vamos a sacar adelante nuestra cooperativa, a esta empresa con el apoyo de todos ustedes”.
Agradeció a la interventora, Nila Heredia, por el informe remitido en las últimas horas, sobre las situación de la cooperativa. Por su parte, el viceministro de Cooperativas, Tiburcio Aguilar, aseguró que “los socios son los responsables de la cooperativa”.
En esa línea, el presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Bolivia (Concobol), Albino García, aseguró que todas las cooperativas de telecomunicaciones están en condiciones de “competir con la empresa privada y el mismo Estado”.
PROBLEMAS
Entretanto, ayer los empleados quedaron con el susto en la boca, cuando algún sujeto en el anonimato denunció la colocación de una bomba, al parecer fue una persona inescrupulosa, quien hizo la llamada. El asunto no pasó a mayores.
Paralelo a esto, uno de los vocales, elegido mediante voto, Leopoldo Choque de la ciudad de El Alto decidió ingresar en una huelga de hambre en protestas y en contra de los resultados, pues al parecer inicialmente tuvo que ser el vicepresidente, sin embargo los votos no alcanzaron para asumir ese cargo. La votación fue controlada por el Órgano Electoral del país, quien luego de la jornada de votación el pasado domingo, hizo conocer el conteo oficial, de manera preliminar.
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