La idea de que los robots sustituyan a los hombres en los puestos de trabajo es recurrente en la ciencia ficción, algo que en China empieza a tomar cuerpo en restaurantes con la irrupción de unos androides que amenazan con acabar con un empleo tradicional en Oriente, el de cortador de fideos.
El invento pertenece a una fábrica de electrodomésticos en el norte de China, llamada Tianxiang y situada en la provincia de Hebei, que ha ideado un ayudante mecanizado capaz de cortar pasta al doble de velocidad que un empleado normal.
Esta suerte de "fideobot" ha sido bautizado en mandarín "Chef Cui" en honor a su creador, Cui Runquan, cuya empresa investiga nuevas máquinas para fabricar raviolis, estirar fideos y otras tareas típicas en las cocinas chinas.
"Por un lado el robot hace el trabajo más rápido, y por otro es más barato que un empleado, cuesta el equivalente a un sueldo de tres meses", cuenta a Efe Qin Bo, gerente en Pekín de la empresa que fabrica estos robots, en el Hongyuan, un restaurante donde uno de estos androides se ha incorporado a la plantilla de la cocina.
En realidad, estos robots son simples máquinas de cortar, pero la empresa fabricante ha decidido darles un aspecto humanoide y futurista, y de hecho se parecen mucho a Ultramán, famoso héroe en las películas de ciencia ficción japonesas de los 70 que también es muy popular en China.
Cientos de restaurantes en Pekín y otras ciudades del país han adquirido ya los servicios de este "fideobot", que es capaz de cortar más de 200 fideos por minuto.
"Nuestro jefe tuvo la idea de mejorar máquinas parecidas que ya existían en el mercado", señala Qin, quien destaca que en el especializado mundo de la fabricación de fideos también hay lugar para la investigación, y que el robot perfeccionado por su firma es la sexta generación de androides cortadores de pasta.
"Es difícil innovar en este tipo de máquinas, especialmente en el caso de empresas pequeñas como la nuestra, es un caso casi único", asegura Qin tras comerse un bol de fideos cortados por el robot.
Para su empresa, también se trata de llenar vacíos en el mercado laboral, pues según ellos con el ascenso económico de China y la subida del coste de mano de obra es cada vez más difícil encontrar empleados para sencillos trabajos mecánicos como el de cortador de fideos, tan necesitado antaño.
Pudiera parecer que estas máquinas se han ideado para atraer a clientes a los restaurantes, por ejemplo familias con niños, pero lo cierto es que establecimientos como el Hongyuan lo "encierran" en la cocina, donde es más requerido que en el comedor.
Por contra, un restaurante de Harbin, en el noreste de China, se ha dotado de un pequeño ejército de 18 de estos robots que sí se emplean para divertir a los clientes, mientras cortan al unísono.
Harbin, antigua colonia rusa, parece tener aspiraciones de ser una de las ciudades más robotizadas del país, ya que otro famoso establecimiento de esa ciudad tiene robots camareros que ruedan por el establecimiento bandeja en mano.
La firma Tianxiang vende sus "Chef Cui" a 14.000 yuanes (unos 1.750 dólares, o 2.300 euros) y su idea ya ha llamado la atención en países como Francia, Reino Unido, EE.UU. o Singapur, donde restaurantes chinos los han importado.
Los fideos son la base de la alimentación en el norte de China, por encima incluso del arroz, por lo que los restaurantes que los preparan en sopas y guisos son de los más habituales en urbes septentrionales como Pekín.
Se suelen elaborar de dos maneras: cortando tiras de un bloque de pasta de harina, el método para el que puede ser usado "Chef Cui", o estirando una y otra vez con los brazos abiertos ese mismo bloque, una técnica para la que la empresa Tianxiang ya piensa en nuevos humanoides.
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