China ha sido el primer país en etiquetar el uso compulsivo de Internet como un trastorno clínico y en establecer centros de readaptación social para curar esta adicción.
Estos campamentos implementan un sistema de disciplina militar, en el que los jóvenes permanecen encerrados y sujetos a estrictos reglamentos, según revela el diario ‘The New York Times’.
En un documental llamado ‘Junkies Web’ (‘Adictos a la Red’), los cineastas chinos Shosh Shlam y Hilla Medalia logran introducirse en uno de estos centros de tratamiento, en concreto en el Camp Daxong, en Pekín, una de las primeras de muchas instalaciones correccionales de rehabilitación del país.
En la cinta se puede ver a decenas de jóvenes chinos ataviados con indumentaria militar, asistiendo a su entrenamiento físico, terapia psicológica, sesiones de meditación y comidas de dieta supervisada, para lograr su reinserción en la "vida real".
Los ‘adictos’, en su mayoría adolescentes ingresados por sus padres en contra de su voluntad, permanecen recluidos en sus ‘celdas’ y aislados de todo contacto tecnológico, por lo que se muestran desolados. Los pacientes solo tienen contacto con la tecnología cuando son monitoreados por los médicos.
Cada mañana son atendidos por un grupo multidisciplinar de profesionales con los que hablan de sus inquietudes y analizan su avance en el proceso de "desintoxicación digital".
La necesidad compulsiva de estar en Internet de manera excesiva ha provocado decenas de muertes en varios países, principalmente en China, donde algunas personas han fallecido por agotamiento después de pasar varios días seguidos jugando en línea sin parar.
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