Socialmente inteligente. Los ensayos que se efectúan con este "conejillo de indias" construido con cables, acero, plástico y diversos metales y materiales abarcan desde el estudio de la destreza manual hasta la percepción del entorno, por medio de la vista o el oído, pasando por la relación entre el cerebro y la mente, así como la interacción entre los robots y los seres humanos.
Uno de los ensayos lo impulsa la Universidad Pompeu Fabra, UPF (Barcelona) que aspira a producir un robot socialmente inteligente, profundizando en la comprensión de los mecanismos neuronales a través de sistemas artificiales, con algoritmos inspirados en los procesos biológicos.
Gran compositor de música. Gracias a estos sensores, iCub interactúa con sus entrenadores, a los que pregunta dónde colocar, sobre el “Reactable”, las piezas que simulan la melodía de instrumentos como batería, guitarra y trompeta, las cuales hacen variar la música que produce el sintetizador, según estén ubicadas en la mesa luminosa.
El robot es capaz de entender lo que se le pide gracias a que su "cerebro", formado por doce procesadores a los que está unido por un cable, ha sido programado para que sepa asociar una palabra dicha en voz alta con una acción, como por ejemplo tocar un instrumento.
Detalles
Su creación busca generar aplicaciones a la vida diaria
Utilidad. Con la creación de este humanoide se busca generar aplicaciones de la robótica que se utilizarán en la vida diaria, por ejemplo, en el hogar, la escuela o los hospitales, y quizá también en las fábricas. Una vez que las aplicaciones tecnológicas estén bien desarrolladas se podrán personalizar para otros escenarios como desplegar equipos de robots en situaciones de desastres, para la industria o para vigilar el medio ambiente.
Avances.Ver al iCub reaccionar a los estímulos externos, y comprobar cómo habla, ve y se mueve es una sensación muy poderosa.
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