Decenas de personas han sufrido, desde hace un par de meses, el robo de sus correos electrónicos. Ladrones virtuales han logrado apropiarse de estas cuentas, impedir que sus dueños accedan a ellas y suplantar su identidad para tratar de estafar a los contactos o amigos de los afectados. Personas conocidas en la sociedad han advertido públicamente, a través de redes sociales, que sus correos fueron hackeados y que, si alguien les pedía dinero en su nombre, y fingiendo una emergencia, no cedan a los delincuentes. Algunas personas no vieron las advertencias a tiempo y enviaron dinero a cuentas extranjeras, pensando que ayudaban a sus amigos, supuestamente atracados en viajes por otros países.
Al margen de la pérdida del dinero, existe una pérdida de identidad en el mundo de internet porque el correo electrónico está ligado al Facebook, Whatsapp, blogs y un sinfín de redes sociales. El daño es incuantificable en lo monetario. Sin embargo, en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen no hay una sola denuncia, confirmó el director, coronel Remy Ampuero. La autoridad dijo que, al mes, reciben 15 denuncias de delitos relacionados con estafas, violaciones sexuales y otros, logrados a través de contactos realizados en las redes sociales. El Código Penal reconoce como un delito la alteración, acceso y uso indebido de datos informáticos, pero no existen los recursos tecnológicos para probarlo.
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