Un equipo formado por informáticos e ingenieros de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard (SEAS, en sus siglas en inglés) y del Instituto Wyss de Ingeniería inspirada en la Biología han diseñado robots constructores autónomos.
El proyecto Termes ha tenido como objetivo la creación de unos robots autónomos inspirados en el funcionamiento de un enjambre de termitas. Al igual que estos insectos, los robots construyen de manera cooperativa a base de modificar el terreno sin seguir las instrucciones de un líder, en este caso, una unidad de control central.
Después de cuatro años de investigación, los robots Termes son capaces de construir cualquier estructura que se les encargue utilizando bloques de espuma como material de construcción. No existe ninguna computadora que controle específicamente las tareas que desempeña cada robot, sino que son ellos mismos quienes se reparten las tareas en función del terreno y de los materiales que tengan más cercanos.
“La clave para inspirarnos en las termitas es que se puede hacer algo complicado en grupo, y, segundo, que se pueden hacer cosas sin que todo el mundo discuta sobre lo que hay que hacer”, apunta la profesora de ciencia informática en SEAS, Rodhika Nagpal.
La carencia de una unidad de control central es un gran avance para robots constructores ya que, si durante el despeño de sus tareas un robot se rompiera, no estropearía el conjunto del trabajo, sino que los demás robots automáticamente se ocuparían de su parte de la tarea.
En cuanto a sus posibles usos prácticos, los investigadores de Hardvard proponen su uso (en escalas mayores) para todos aquellos entornos peligrosos para el ser humano como pudiera ser la construcción de un muro de contención durante una inundación o una estructura espacial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario