No se trata de uno o de varios caudillos ni de personas muy carismáticas; en realidad no se sabe quiénes son, pero son los que mueven a decenas de miles de jóvenes a movilizarse. Su única arma es un teléfono inteligente o cualquier forma de conexión a internet. Estamos hablando del nuevo actor político, el que emerge de las redes sociales y que plasma sus acciones en la vida real. Estos protagonistas han sido el objeto de análisis e investigación del sociólogo Fernando Calderón, que presentó su trabajo en Santa Cruz y Cochabamba.
El nuevo actor político es el que incomoda al poder formal constituido: a los gobiernos, en Latinoamérica, en Oriente Medio, en Estados Unidos o en Europa. Ya hizo sentir su peso en jornadas históricas como las de la Primavera Árabe, las de los Indignados en España, los estudiantes brasileños o los que protestaron en Chile.
Crisis de partidos
¿Por qué emerge este nuevo actor social? La respuesta es casi automática, surge porque hay una crisis de partidos tradicionales, un cuestionamiento a la ética de hacer política y una necesidad de cambiar. Los protagonistas son jóvenes y mayoritariamente de clase media, aunque una de las características de esta nueva ‘politicidad’ es que permite eliminar la barrera de las clases sociales, determinando que interactúen los de clase alta y los de clase baja; todos deliberando sobre los mismos problemas.
Los partidos tradicionales ya no son la respuesta y tampoco tienen capacidad de sacudirse para adaptarse a la nueva realidad, según el análisis del experto. Su escasa legitimidad hace que no tengan recursos ni ideas para dar respuesta a las nuevas demandas que ya no son una o dos, sino miles y buscan respuestas concretas.
Nuevo escenario
Según la investigación de Calderón, la sociedad actual determina una nueva dinámica: que significa que existir es hacerlo a través de internet y las redes sociales. Esto modifica la conducta, el modo de comprender y hasta de razonar. Los principales actores son los jóvenes, pero no son los únicos.
También implica que el tiempo y el espacio se perciben de manera diferente. Lo que está en vigencia hoy puede que mañana ya no. Y en cuanto a espacio, todo se percibe a escala global: la casa es el mundo; las personas interactúan por la red independientemente de dónde están físicamente. Lo que pasa en Brasil se sabe en Bolivia; lo que ocurre en Oriente Medio se sabe en Chile. Y todo pasa en un instante.
Y una característica fundamental es la participación en la toma de decisiones. Los ciberactores participan en foros, apoyan ideas y causas; son protagonistas de los cambios. Por ejemplo, en Chile plantearon la Constituyente y una educación pública, eso dio lugar a que la nueva presidenta gane las elecciones precisamente con esa plataforma. A ello se suma que las demandas son pragmáticas y buscan resultados concretos.
Los valores
Una de las características es que las demandas sociales adquieren legitimidad en la red cuando promueven la paz, la dignidad, la libertad. Calderón sostiene que este movimiento tiene un alto contenido ético. Asimismo, es espontáneo, horizontal, multicultural, se hace viral y dice con contundencia que una de las condiciones es que no promueve a un líder.
Aún se discute si este nuevo actor es esporádico o puede consolidarse. Moisés Naím escribió que se dieron muchas protestas convocadas por internet, pero los resultados fueron escasos. En Brasil, los llamados a través de las redes sociales para salir a marchar todavía no dejan un resultado concreto; mientras que en Estados Unidos no hubo mayores noticias de los ‘Ocupa Wall Street’.
Mientras tanto, quienes capitalizan estos movimientos son los líderes carismáticos que promueven una ideología nacional popular y propugnan un modelo desarrollista estatal, según Calderón.
Mujeres
El autor de la investigación hizo hincapié en que las mujeres se han mostrado como las principales protagonistas a la hora de gestionar resultados en todos los estratos sociales.
En Bolivia, los ciberactivistas fueron protagonistas durante el seguimiento y la convocatoria a apoyar la Octava Marcha Indígena. Los partidos aún son tímidos a la hora de utilizar las redes sociales como espacio para darse a conocer y promover sus planteamientos
HORA A HORA
Primavera árabe
La pobreza y la exclusión desencadenaron revueltas populares que empezaron en Túnez y siguen en Siria. Las redes sociales permitieron convocar y denunciar con fotos y filmaciones lo que pasaba.
INDIGNADOS EN ESPAÑA
Miles de jóvenes se autoconvocaron a varias jornadas de protesta en una plaza madrileña. La demanda era por empleo. El llamado era por la web.
ESTUDIANTES EN BRASIL
Un mes de protestas estudiantiles contra el alza en el precio de los pasajes del transporte público forzó a paralizar el incremento momentáneamente.
VENEZUELA Y TWITTER
Nicolás Maduro no pudo evitar que Twitter sea el mecanismo de información más eficiente acerca de las protestas, la represión y la violación a los derechos humanos.
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