Las cámaras de fotos, como todo dispositivo móvil tienden a quedarse sin batería justo en el momento en que tenemos la escena mas impactante o la mejor foto de nuestras vidas. La cámara fotográfica no es de uso frecuente como el celular, así que es bastante habitual darnos cuenta de que no hemos cargado la cámara al llegar al destino de un viaje, o apurar una batería en las últimas durante varios días. Veamos unos cuantos trucos para alargar la vida de la batería unos cuantos disparos más.
LAS PIEZAS MÓVILES.-
No hay nada que gaste más batería en cualquier equipo electrónico que las partes móviles. En las cámaras de fotos solemos encontrar zoom y autofocus que dependen de algún tipo de motor eléctrico para funcionar. Así que el primer paso para ahorrar batería es poner en manual todo lo que se pueda mover con nuestros dedos.
LA CANTIDAD DE DISPAROS.-
Las cámaras modernas son rápidas y pueden hacer un montón de fotos seguidas. Pero cada una de ella implica un montón de procesos electrónicos que gastan batería. Tanto es así que la autonomía de las cámaras suele medirse en disparos, y no en tiempo de uso. El problema es incluso mayor en las cámaras réflex, ya que hay que levantar y bajar un espejo. Así que cuando se nos acaba la batería puede ser el momento de practicar uno de los principios más saludables de la fotografía: pensar antes de disparar.
APAGA LO QUE PUEDAS APAGAR.-
Porque las cámaras nuevas tienen varios servicios o herramientas que se pueden apagar. Entre ellas encontramos las conexiones inalámbricas que ya incorporan casi todas las máquinas: WiFi, bluetooth, GPS… Si el icono de la batería empieza a parpadear es que no es el momento de enviar las fotos vía WiFi al smartphone aunque estemos en la disco, puedes esperar un poco.
LA PANTALLA CONSUME MUCHO.-
En situaciones de estrés por autonomía limitada lo mejor es prescindir de la pantalla. No hay que revisar cada foto que hacemos en el momento, estará igual cuando lleguemos a casa. Es también un buen momento para recordar a la generación de nuestros padres y abuelos que acercaban el ojo al visor que todavía tienen casi todas las cámaras.
CUIDADO CON EL FLASH.-
El flash gasta un montón de batería. Muchas veces se queda activado innecesariamente y otras tantas lo usamos cuando hay otras opciones. El flash integrado de las cámaras de fotos suele dar resultados muy justitos o directamente malos, y va a consumir una buena parte de la autonomía.
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