Un grupo de estudiantes de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) desarrolló, dentro del proyecto Strands, un robot completamente autónomo capaz de realizar la labor de vigilante de seguridad. Su nombre es Bob y ya trabaja como vigilante del mayor proveedor del mundo de agentes de seguridad, G4S.
Sus labores son idénticas a las de un guardia, vigila el entorno, se asegura de que las puertas estén bien cerradas y escanea toda la zona que le compete utilizando sensores 3D para detectar movimiento u obtener otro tipo de información válida. Si algo se mueve o aparece de forma diferente en comparación con su anterior análisis, envía la información a sus compañeros humanos.
Así, está diseñado para saber desbloquear puertas o detectar señales de humo producidas en el lugar que esté vigilando.
Puede hacer jornadas nocturnas o diurnas y nadie necesita estar directamente a su cargo. Lo único hasta ahora imposible para Bob es subir y bajar escaleras.
Bob, que mide 1,55 metros de alto, fue financiado con los 12,3 millones de euros asignados al proyecto Strands basado en la creación de robots capaces de aprender a desenvolverse autónomamente en situaciones reales o sea, que sean lo más inteligentes y autónomos posibles.
Bob es el mejor de los resultados de este proyecto. Por ahora no se planea que sustituyan posiciones que actualmente ocupan los humanos, aunque si se espera de ellos que sean una gran ayuda y agilicen y faciliten la tarea a los que sí que pueden subir y bajar peldaños.
“Queríamos construir un robot inteligente autónomo que se pudiera poner en un escenario del mundo real como lugar de trabajo.
Los robots actuales no son muy buenos con sus manos, sin embargo, Bob es bueno para conducir y seguir objetos, por lo que es perfecto para un trabajo relacionado con la seguridad, ya sea de día o de noche, donde puede monitorear lo que está sucediendo en su entorno inmediato”, afirma Nick Hawes, líder de la investigación.
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