Una cámara miniatura
que se ingiere como una píldora, un microcircuito fijado en el ojo, un
páncreas artificial: las tecnologías de vanguardia irrumpen en el cuerpo
humano para diagnosticar, reparar o curar.
Algunos objetos técnicos futuristas de la medicina actual:
- Cámara en una píldora
Como en la película norteamericana de los años 60, "El Viaje
Fantástico", donde un submarino miniaturizado y su tripulación viajan a
través del cuerpo humano, la "video-cápsula" es una cámara fotográfica
miniaturizada del tamaño de una píldora. El objetivo es explorar el tubo
digestivo, por ejemplo en casos de sangrados inexplicados.
Esta cápsula que se utiliza una sola vez capta más de 50.000 tomas
durante su viaje interior, hasta la expulsión por vías naturales.
La ventaja con relación a la endoscopía es que no necesita anestesia.
Se recomienda al paciente caminar durante el examen para facilitar la
progresión de la cápsula. Las fotos se registran a medida que el aparato
avanza, mediante captores y una caja portátil cerca del cuerpo.
"La cápsula funciona bien y varios estudios demuestran su buena
sensibilidad para detectar pólipos", pequeños tumores que pueden
provocar un cáncer, explica el médico Jean-Christophe Saurin, del
hospital Edouard Herriot de Lyon. Pero uno de los principales
inconvenientes es que cuesta 600 euros, indicó el gastroenterólogo.
- Electrodos en la retina
Para curar la retinopatía pigmentaria, una enfermedad genética
degenerativa que vuelve ciego a los 40 años, se está imponiendo en
Estados Unidos y Europa una solución del alta tecnología, "el ojo
biónico".
La idea es
simular artificialmente el ojo con electrodos posados en la retina
deficiente, para recrear la visión. Más de cien pacientes ya recibieron
"retinas artificiales".
"Si nos hubieran hablado de esto hace diez años, hubiésemos dicho que
era ciencia ficción. Hoy es una realidad", comenta Gérard Dupeyron, jefe
del servicio de oftalmología del hospital de Nîmes (sur de Francia). Un
ojo biónico cuesta unos 100.000 euros.
- Páncreas artificial
En muchos casos de diabetes, las inyecciones ya son cosa del pasado.
La bomba de insulina, que toma la forma de una discreta cajita llevada
en la cintura, revolucionó sin ruido la vida de muchos pacientes.
"Las bombas son sistemas de inyección destinados a simular el
funcionamiento normal del páncreas", explica el diabetólogo Léon
Perlemuter en el portal de la liga de diabéticos de Francia.
Un dispositivo electrónico, dotado de una reserva de insulina y de un
sistema de inyección conectado al cuerpo por un catéter y una pequeña
aguja, permite liberar en forma continua la dosis de insulina adecuada.
"Para nosotros los diabéticos es algo fantástico", afirma Isabelle
Blackie en un video difundido por la Federación Francesa de Diabéticos
(FFD).
La última etapa sería un aparato autónomo e invisible implantado en el abdomen.
- Impresión en 3D de tejidos vivos
Aplicar el principio de las impresoras en 3D a los tejidos vivos es el
Grial que persiguen actualmente varios laboratorios en el mundo. El
objetivo es, mediante la superposición de finas capas de células,
reproducir tejidos como cartílago y órganos enteros para injertarlos.
Varios adelantos en ese sentido fueron logrados en Estados Unidos, China o Gran Bretaña.
En el laboratorio Biomateriales y reparación de tejidos de la
Universidad Victor Segalen de Bordeaux (suroeste de Francia), el
investigador Fabien Guillemot trabaja en la recreación de tejidos
utilizando técnicas de impresión en laser.
"La idea es reconstruir, directamente in situ, dentro del cuerpo
humano, el tejido de un órgano afectado, imprimiendo directamente los
elementos biológicos", explica.
Este adelanto plantea cuestiones éticas. "Se puede imaginar la
utilización de estas tecnologías (...) para fabricar tejidos
artificiales cuyo desempeño será superior al de los tejidos y órganos
actuales, lo cual no es necesariamente deseable", agrega Guillemot.
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