¿Se verán las ciudades y los campos invadidos por un incesante e incómodo zumbido artificial? Para hacer entregas a domicilio, vigilar los campos o filmar hazañas en esquí, los drones civiles invadirán en breve nuestra cotidianidad.
En 2015 se inaugurará otro capítulo que acerca la ciencia ficción y la realidad: el primer dron automático para el gran público, sin mando a distancia, se pondrá a la venta por una suma cercana a los 899 dólares.
Como un perro bien entrenado, el Hexo+ y sus seis hélices avanzan al paso de su patrón (en realidad, al paso del smartphone de su patrón) gracias a una pequeña antena de radio conectada simplemente al teléfono.
Desarrollado por el nuevo emprendimiento francés Squadrone System, esta tecnología está dirigida a los entusiastas de los deportes extremos, con el objetivo de que puedan filmarse desde lo alto mientras esquían o bien surfean una ola.
Por ejemplo, una aplicación del iPhone permite programar movimientos de cámara dignos de la industria del cine.
¿Pero qué pasaría si esta tecnología, que despierta el interés de los principales fabricantes de aviones no tripulados, comenzara a utilizarse, por ejemplo, para vigilar niños pequeños en un parque público?
El cofundador de Squadrone y excampeón mundial de snowboard Xavier Delerue quiere creer que este siniestro desvío no podría ocurrir. "Hay regulaciones para protegerse del uso abusivo”, dijo este emprendedor, cuya pequeña compañía ha obtenido un millón de dólares en el sitio de recaudación de fondos Kickstarter.
Entregas a domicilio
Tanto en América del Norte como en Europa, los legisladores tomaron nota del aceleramiento de las innovaciones y buscan prepararse para la colonización de los cielos por parte de estos pequeños robots a hélice.
A diferencia de los drones militares, los aparatos civiles tienen una autonomía muy limitada (entre ocho y 20 minutos) y apenas pueden, por ahora, transportar una pequeña cámara.
Pero, aunque no puedan llevar mucha carga, la carrera por la quimera del oro ya ha empezado y con mucha fuerza.
A finales del año pasado, el gigante en línea Amazon informó que pronto usará drones pequeños para hacer entregas a domicilio. Luego, la cadena rusa de restaurantes de comida rápida Ilya Farafonov inauguró, a finales de julio, su dron para distribuir pizzas. La compañía espera ampliar esta experiencia a las 18 ciudades donde tiene sucursales.
Para muchos "dronólogos”, recurrir a flotas de pequeñas aeronaves para entregar hamburguesas es absurdo.
"¿Por qué haríamos eso?”, se preguntó Andreas Raptopoulos, director ejecutivo de Matternet, una start-up que explora el uso humanitario de los drones en países en vías de desarrollo.
Sea como fuere, lo cierto es que el futuro de los drones está a la vuelta de la esquina.
Mundo dron
ONU Utiliza drones desde diciembre pasado en el este de la República Democrática del Congo, para vigilar la actividad de los rebeldes a lo largo de las complicadas fronteras con Uganda y Ruanda.
Periodismo Una escuela de periodismo en Canadá está formando las primeras generaciones de "dronorreporteros”, con sus cursos especializados de rodaje de reportajes asistidos con drones.
Arte La fotografía aérea es una de las virtudes de los drones que más ha capturado la imaginación de los expertos.
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