Tecnología. Con el objetivo de promover las capacidades científicas y de robótica de los estudiantes de educación secundaria, la Dirección Departamental de Educación organizó un concurso especial.
Más de 15 personas dispuestas alrededor de una mesa, entre participantes, estudiantes, tutores y jurado calificador, los concursantes esperan su turno de dos minutos para comenzar a dar vida a sus creaciones.
Las edades de este grupo oscilan entre los 13 y 15 años. Se nota que cada participante lleva un incremento de adrenalina en su cuerpo. La mayoría está ansiosa y espera atenta la participación de los otros equipos.
Una mesa está ubicada al centro del salón con una especie de tela acrílica sobre ella, limitada con barreras, para que el robot no caiga.
Esta cancha de duelo está marcada con algunas líneas, para que los sensores del robot puedan seguirlas, además de algunos obstáculos que deben ser reconocidos por los aparatos para esquivarlos y así salir airosos de la prueba.
La tensión se incrementaba cuando los robots no podían cumplir las reglas del juego; la programación fallaba o en algunos casos no seguían las líneas o se llevaban por delante los obstáculos.
Muchos de los equipos que participaban no lograban el cometido inicial; las fallas de programación se hacían evidentes. Pero los concursantes estaban listos para corregir sus errores y así volver a programar su software para ingresar a la segunda ronda.
primero organizar,
luego programar
Este es el primer evento con presentación de proyectos de robótica para las Olimpiadas Científicas Plurinacionales.
El objetivo principal era motivar a los escolares a desarrollar sus destrezas en el área de la robótica, explica Jorge Ponce, director de la Dirección Departamental de Educación.
Esta actividad se desarrolló en las instalaciones del bloque nuevo de la Universidad Católica Boliviana, en la zona de Tupuraya. Los encargados de este concurso fueron Jhonny Richard Montoya Burgos y Wendy Arteaga.
Las pruebas finales de la Cuarta Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional Boliviana se llevarán a cabo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra del 23 al 27 de septiembre e incorporarán el área de Robótica con un carácter demostrativo.
Esta Olimpiada es una actividad académica, orientada a estudiantes de primaria y secundaria que estén interesados en demostrar sus habilidades en el diseño, la construcción y programación de robots autónomos.
CREANDO COMPETENCIA
La participación de los estudiantes estuvo marcada por el entusiasmo, la competencia y el deseo de sobresalir.
En esta ocasión la Olimpiada de Robótica invitó a los estudiantes a participar en alguna de las dos categorías: la primera WRO Bolivia (WROB) - Robótica LEGO, y la segunda, Sawersbot - Open Hardware Robotics (OHR).
LA CREATIVIDAD NO TIENE LÍMITE
La edad nunca es un impedimento para ser creativo e intentar hacer cosas nuevas, así lo afirma Rafaela Estrada, con 12 años, alumna del colegio alemán Federico Froebel, quien junto a sus tres compañeros de clase se fijaron la tarea de participar en la categoría Robótica Lego.
Esta categoría permitía a los alumnos diseñar el proyecto y armar el robot, puesto que se entregaban a los alumnos piezas sueltas; las mismas que eran verificadas para que cumplan las normas establecidas en el concurso.
Aunque la presencia de este grupo solo era de exhibición, de 13 a 15, los niveles de exigencia no bajaron, más al contrario tenían proyectos muy ambiciosos.
“Nos dimos cita a las ocho de la mañana y nos dieron las piezas que debíamos utilizar para dar vida a nuestro robot. Primero nos planteamos cómo lo queríamos y qué queríamos que haga”, afirma Sebastián Vargas, alumno del primero de secundaria del colegio Froebel.
Este equipo de estudiantes creó un robot que tenía leds, sensores y además podía movilizarse.
De igual manera en la categoría Open Hardware Robotics, los adolescentes de 13 a 15 años se encargaron de crear el software. Es decir programar los comandos que el equipo debía realizar. Entre las exigencias planteadas en el concurso estaban el desplazamiento, recoger o esquivar objetos.
HORA DE PROGRAMAR
Para llevar adelante esta categoría los organizadores les entregaron los Sawersbot, -un robot básico- tipo estándar, donde los participantes solo debían darle un toque propio y dedicarse a la programación.
Silvia Sánchez Castellón, 16 años, de la unidad educativa Nuestra Señora de Urcupiña, señala que su colegio los apoyó completamente, puesto que para que su equipo pueda inscribirse debía adquirir un kit de enseñanza.
“Nuestro robot de llama ‘Urcobot’ está programado con detectores de ultrasonido y antes de llegar a la meta toca bocina”, asegura Silvia Sánchez.
De igual manera, Dorian Alexander Romero y Aron Delgadillo, representantes del colegio nacional Sucre, afirman que están muy interesados en el tema de la robótica; por lo que se pusieron en campaña para poder desarrollar su propio trabajo.
Antes de inscribirse en el concurso los alumnos tuvieron que capacitarse durante las vacaciones invernales, durante dos semanas, principalmente en el tema de la programación.
Otro de los puntos favorecedores es que los organizadores se encargaron de apoyar a los 30 equipos que estaban interesados en participar en el evento.
CREANDO Y RECICLANDO
Otro de los aspectos positivos es que la mayoría de los niños, de 12 a 15, recurrieron al reciclaje para poder crear sus robots; como es el caso de Pablo Andrés Riva y Camila Obleas, ambos de 12 años y alumnos regulares del colegio Nuestra Señora de Urcupiña, quienes crearon un hexápodo o araña robot, con objetos reciclados.
“El esqueleto y las patas están hechos con palitos de helado. La parte del sistema de motores y la placa de control remoto están armados con circuitos de autos electrónicos”, explica Obleas.
De esta manera su robot podía moverse, al igual que las arañas, además que contaba con luces, bocina y un mando de control remoto.
De acuerdo a los alumnos, la idea surgió del internet pero lo difícil fue crear el modelo; les llevó cuatro días de trabajo, ya que requería de conexiones y de soldadura básica, por lo que pidieron ayuda a los familiares.
MIRADA GLOBAL
Una de las finalidades de este primer evento con la población escolar es que los chicos comiencen a acercarse al mundo de la robótica y programación. Para así contar con una generación proactiva, que vaya acorde del cambio y el avance que se da en el extranjero.
Los coordinadores locales, Jhonny Richar Montoya Burgos y Wendy Arteaga, afirman que el área de la robótica está ingresando con mayor fuerza en el avance tecnológico mundial y por ello la nueva generación está desarrollando sus conocimientos en este nivel.
La mayoría del contenido que avanza los niños en el colegio es homogeneizado, pero en algunos casos los centros educativos buscan implementar áreas nuevas que agreguen en sus alumnos conocimientos especiales.
Una clara muestra de ello es la respuesta obtenida, puesto que en estas primeras pruebas de la Cuarta Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional Boliviana 2014 se esperaba poca participación, pero al cierre de las inscripciones se contaba con 15 colegios participantes”, afirmó Montoya.
tutores paso a paso
Si bien los alumnos eran los directos interesados, tuvieron que recurrir al plantel docente de su unidad académica o a algún familiar para desarrollar su proyecto.
Telma Romero es una de las tutoras, que asistió al colegio nacional Sucre. “Es una experiencia muy positiva puesto que se desmitifica el temor a la robótica y con la colaboración de los organizadores el equipo pudo salir adelante”.
De igual manera, Mauricio Salinas, tutor de la unidad educativa del Ejercito afirmó que en su colegio se busca promocionar estos eventos y apoyarlos, con la finalidad de destacar en el campo de la nueva oferta educativa e incentivar la creatividad de sus alumnos.
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