A pesar de que el comercio electrónico no tiene limitantes, en Bolivia sólo los diseñadores de páginas web y las empresas que trabajan con publicidad virtual usan esta modalidad como herramienta para hacer negocios, según el presidente de la Cámara Boliviana de Comercio Electrónico (Caboce), Emmanuel Rodríguez.
Señala que la penetración del comercio electrónico aún es muy baja y que el país está rezagado en relación a sus vecinos con los que la brecha es “abismal” pues por cada negocio virtual que se concreta en Bolivia en el comercio electrónico hay 100 que se hacen efectivos en un país vecino.
Rodríguez puso como ejemplo que, durante el 2013, el comercio electrónico en la vecina Argentina generó 3 mil millones de dólares.
En el país aún no se dispone de estadísticas sobre el tema y es que, empezando por ahí, “falta mucho por hacer”, afirma Rodríguez.
Falencias
Entre las trabas, el presidente de Caboce destaca que en el país no hay cultura de comercio electrónico partiendo del simple hecho de que son escasas las personas que usan tarjetas para hacer sus pagos, algo que se limita sólo al sector de la banca.
Por tanto, la falta de acceso es una limitante, considerando además que, según el Censo de Población y Vivienda 2012, de los 10,4 millones de habitantes en el país, el 34 por ciento tiene acceso a Internet (unos 3,5 millones de personas).
Otra barrera es la falta de información que además está relacionada con la brecha generacional pues, según Rodríguez, de los 30 años para arriba la gente desconoce los usos de las nuevas tecnologías y desconfía de la utilización de la red para hacer transacciones.
Pero al margen de las limitaciones personales y culturales, también hay trabas de tipo legal pues el país no cuenta con una normativa sobre comercio electrónico. El marco legal no sólo sirve para dar seguridad a las empresas que operan, sino también al cliente.
El 2007 hubo un intento de configurar una ley para el comercio electrónico con la presentación de un anteproyecto ante la Asamblea Legislativa; pero hasta la fecha no hubo avances.
Esfuerzos
Rodríguez afirma que es por eso que Caboce centra sus esfuerzos actuales en dos aspectos. Uno es la búsqueda de una conjunción entre el Gobierno, la empresa privada, las organizaciones afines al uso de la tecnología y la sociedad civil, que son las que deben dar impulso a la creación de una ley y desde las que deben surgir las propuestas.
El otro aspecto es la capacitación a los empresarios pues “quien quiera entrar en la nube se va a encontrar con una guerra virtual” porque deberá competir a otra escala.
Caboce fue creada hace más de dos años; pero Rodríguez señala que recién desde abril pasado comenzó a trabajar de manera activa.
Cuenta con más de 2.000 empresas asociadas y opera bajo un acuerdo con www.amarillasinternet.com, una empresa líder en portales de publicidad sobre Internet bajo el concepto de Páginas Amarillas que opera en más de 150 países.
Las actividades de Caboce tienen el aval de la Cámara Internacional de Comercio del Mercosur y la cámara cuenta con personería jurídica y registro en Fundempresa.
INFORMALIDAD
En el comercio electrónico también hay informalidad, señala el presidente de la Caboce.
Explica que el comercio electrónico informal lo practica cualquiera que tenga un bien o servicio que ofrecer y lo oferta en las redes sociales.
“Es comercio electrónico porque hay un producto, un precio y lo está ofreciendo por Internet; pero es informal porque para acordar la venta debe hacerse contacto cara a cara”, dice.
Mientras que el comercio electrónico “puro” es el formal porque existe un catálogo electrónico, una plataforma de cobranza y la forma de pago es virtual.
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