La llegada de la tecnología de impresión 3D de diversas piezas permitió -hasta ahora- fabricar huesos para reparar lesiones, reproducir alimentos con diseño y fabricar casas en tiempo récord a bajo costo. Ahora, una empresa con sede en Estados Unidos redobla la apuesta y utilizó estas impresoras 3D para construir autos conducibles, es decir que pueden ser conducidos una vez ensamblados y pueden funcionar como cualquier otro por las calles.
Este curioso vehículo fue impreso y montado desde cero en el International Manufacturing Technology Show (la Exposición Internacional de Fabricación), en Chicago.
Tras 44 horas, de arduo y continuo trabajo de una gran impresora 3D, el vehículo estaba listo para poder ensamblarse.
Este primer modelo impreso en 3D se llama Strati y está impreso en una sola pieza. Los componentes mecánicos o secundarios como la batería, el motor, el cableado y el sistema de suspensión provienen de proveedores habituales.
Con todo, resulta impresionante, de forma muy literal, lo que se imprime: el cuerpo principal del coche, tableros de instrumentos, el baúl, el capó, los parachoques y los asientos. En total, nada menos que 40 piezas impresas en un plástico denominado ABS mezclado con fibra de carbono.
El auto posee espacio para dos personas, un techo retráctil y además es ecológico ya que utiliza electricidad como fuente de energía.
El Strati es un vehículo concepto que quedó seleccionado luego de competir contra unos 200 modelos diferentes en el concurso de diseño Car Design Challenge Local Motors (LM), un concurso que se realizó específicamente para presentar vehículos fabricados con la tecnología de impresión 3D según informó el portal Localmotors.com.
El Strati fue creado por el diseñador italiano Michele Anoé, miembro del equipo profesional de Local Motors.
Los jueces describieron este diseño como "un excelente equilibrio entre la innovación, la complejidad y el sentido práctico".
Este hito es fruto del esfuerzo conjunto de Local Motors, que diseñó el vehículo, un pequeño biplaza simpático y bizarro; Cincinnati Incorporated, que creó la impresora a gran escala responsable de la magia; y Oak Ridge National Laboratory, que desarrolló el polímero de plástico especial en el que se basa el filamento capaz de imprimir el coche.
Ciencia de materiales
Este carro impreso en 3D tarda menos de dos días en fabricarse mediante un proceso llamado "Broad Area Additive Manufacturing" o BAAM, (fabricación aditiva a gran escala) y se termina de montar en 48 horas más incorporando a su cuerpo principal la batería, el motor, el cableado, la suspensión y otros componentes mecánicos suministrados por otros fabricantes, como la francesa Renault.
En el proceso de impresión se utiliza una tecnología denominada "Direct Digital Manufacturing" o DDM (manufactura digital directa), que permite fabricar piezas físicas directamente a partir de archivos de datos, mediante maquinaria controlada por un ordenador.
Gracias a la ciencia de materiales y a las técnicas de fabricación avanzadas, su cuerpo principal puede imprimirse en 3D en una sola pieza, señalan fuentes de la compañía.
El siguiente paso consistirá en acelerar la velocidad de impresión, manteniendo la calidad, con el objetivo de conseguir que el coche resulte fácilmente imprimible en un solo día”, dijo Kate Hartley, directora de comunicación de LM .
LM asegura que planea comenzar pronto la producción de vehículos impresos en 3D, que estarán disponibles para el público en general a partir del 2015.
Respecto de si LM es la primera en imprimir un carro, Hartley, señala: “Sí y no, ya que otros fabricantes producen el cuerpo principal de un coche impreso, pero sólo imprimen los paneles y otras características del vehículo, tradicionalmente en plástico, utilizando como soporte una estructura de ‘marco interno’, mientras que en LM somos los primeros en imprimir juntos la carrocería y el chasis de un vehículo".
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