Los comerciantes de ropa usada han hecho de Internet su mejor herramienta para vender.
Infinidad de páginas ofrecen desde contenedores completos, pasando por fardos, hasta ropa por kilos. Ropa española e italiana es la más ofertada.
Los mayoristas, muchos europeos, tienen “representantes” en Bolivia y Whatsapp es la forma más práctica de contactarse.
Una de esas representantes, contactada por teléfono, ofreció un contenedor completo a razón de 1,60 euros por kilo (2,06 dólares) puesto en Chile. Consultada sobre la dificultad de internar la ropa, comprometió averiguar qué ayuda podían brindar los europeos.
Hay páginas en las que el pedido se puede hacer por correo electrónico e incluyen un verificador para asegurarse de que no sea “spam”.
Para el caso de quienes buscan ropa al por menor, el precio sube y cuesta 2,50 euros (3,21 dólares) a partir de 2.001 prendas.
El servicio también puede incluir desinfección y, en algunos casos, hasta catálogos y disponibilidad de tallas para elegir.
La ropa tiene una estricta clasificación que determina el precio. La ropa de mejor calidad se denomina “crema”, luego viene la ropa de primera, de segunda, de tercera, estándar y trapos.
Al igual que en las tiendas de ropa legales, los exportadores de ropa usada también se especializan y hay páginas dedicadas sólo para interesados en ropa de bebé, zapatos, carteras y hasta de enseres domésticos.
Ante la reciente movilización de los ropavejeros, en demanda de que se elimine la prohibición a la internación y venta de ropa usada, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, dijo ayer que el Gobierno descarta cualquier medida que favorezca a los ropavejeros.
Por su parte, el diputado disidente del MAS, Ever Moya, ratificó su versión de que los ropavejeros en el país suman 300 mil familias y no son los que hacen competencia a los productores bolivianos, sino la importación de la ropa china. Moya presentó un proyecto de ley para anular la prohibición a la ropa usada.
Piden proceso
Erbol
El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa de Bolivia (Conamype) y candidato a diputado por el MAS, Víctor Ramírez, exigió ayer a las autoridades encarcelar a los 25 principales importadores de ropa usada y pidió una interpelación al legislador disidente del MAS, Ever Moya, a quien ayer un viceministro lo acusó de contrabandista.
“Los reyes de la ropa usada no pasan de 25, (...) esos son los peces gordos, vamos a pedir al Gobierno la investigación a estas personas y la cárcel”, dijo.
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