Tuvo que pasar seis meses en un hospital psiquiátrico donde recibió un tratamiento médico y psicológico para que Karen (14), cuente a su terapeuta y a su familia la razón de la gran depresión que sufría y que la llevó a tener un desorden alimenticio que casi le cuesta su vida.
La razón de su inestabilidad estaba en el lugar menos pensado por sus padres, su entorno social. La menor sufrió el hostigamiento de un grupo de compañeras, quienes además de humillarla constantemente por su apariencia física, la golpeaban en el baño y además difundían sus imágenes en una red cerrada a la que accedían no solo sus compañeros de curso sino gran parte de los menores que estudiaban en su colegio.
El problema no salió a la luz pública para evitar el desprestigio del colegio, pero ante todo para no revictimizar a la menor que aún lucha por enfrentar los miedos y traumas.
Las herramientas para agredir se modernizan. El caso de Karen no es el primero ni será el último de violencia cibernética y tal vez no es la única forma en la que se manifestará, pues el hostigamiento, las amenazas, y las torturas hoy se valen de otras herramientas como internet y las redes sociales, ante un escaso control y regulación de la sociedad y sus autoridades que la gobiernan.
Este uso incorrecto de las nuevas tecnologías es un problema latente a nivel mundial, aunque en nuestro país, se develan ciertas falencias para enfrentar estos fenómenos que son normales ante el boom de la tecnologización, aunque no son tratados oportunamente por los padres de familia ni por el Estado en todos sus niveles.
Para la experta en redes sociales, Eliana Quiroz, "es natural aunque no recomendable, que se susciten usos negativos del internet".
Sin embargo, asegura que este problema podría ser evitado si existiese una intervención oportuna de los padres, para establecer los límites y contenidos a los que deben acceder sus hijos así como un control y una regulación por parte del Estado.
Desde su punto de vista, esta situación no podría concretarse en un 100% si se toma en cuenta que actualmente en el país aún las condiciones no están dadas para una correcta y efectiva regulación de contenidos.
"En general, hay más normativas, pero la capacidad del Estado es limitada en general y esto lo podemos ver en tantos escándalos por malos usos y hasta delictivos", dice a tiempo de sugerir que "se requiere ante todo una investigación y una capacidad de los padres para entender lo que pasa y educar correctamente".
La mejor forma de ayuda es apoyo y comunicación de padres e hijos. Coincide con este criterio la psiquiatra infanto juvenil Rosmery Saucedo, quien afirma que "no existen filtros ni regulaciones que valgan para frenar las violaciones cibernéticas y de cualquier tipo si no hay una correcta comunicación y educación de los padres hacia sus hijos", pues asegura que estos aspectos son fundamentales, no solo para detectar este tipo de abusos en su familia, sino para evitar que sus hijos lleguen a ser acosados o acosadores.
"Más que filtros, también es necesaria una confianza y un correcto control de los padres para saber qué hacen sus hijos y de qué forma están utilizando estos medios, se deben poner límites para impedir que su hijo sea un maltratado o un maltratador, pues este tipo de abusos se gestan donde menos lo imaginan, en las mismas aulas o habitación del menor y para ello se necesita tener la plena confianza con los hijos para saber lo que hacen", señala la experta.
Sin embargo, en este sentido lamenta que en el caso de los menores y adolescentes maltratados, los padres intervengan cuando el problema ya está avanzado, pues está ligado al silencio.
"Lo fundamental es que los niños tengan el apoyo de sus padres, esto es muy importante porque de eso va a depender que lo que les afecte sea más o menos traumático. Sin embargo, en el mayor de los casos nos buscan cuando el niño presenta serios traumas y depresiones que son insostenibles y que exponen sus vidas", señala.
La profesional también lamenta que la cultura de la sociedad haga que varios padres sientan orgullo de tener un hijo maltratador, cuando en realidad este, a través de sus manifestaciones, esté dando señales de ser abusado también.
"En general hay más normativas pero la capacidad del Estado es limitada y esto lo podemos ver en tantos escándalos de malos usos y hasta delictivos"
Eliana Quiroz
Experta en Redes
"Más que filtros, es necesaria una confianza y un correcto control de los padres para saber qué hacen sus hijos y de qué forma están utilizando estos medios "
Rosmery Saucedo
Psiquiatra infanto juvenil
Información
¿Cómo se manifiesta este problema?
Entendemos por ciberacoso el hostigamiento, humillación o amenazas que una persona inflige a otra o a un grupo, valiéndose de las nuevas tecnologías de información y comunicación, ya sea a través de redes sociales, correo electrónico, mensajería. Que el fenómeno sea relativamente reciente hace que exista un vacío legal que nos deja en una situación de indefensión, ya que estas nuevas formas de acoso (ciberbullying), hostigamiento (stalking) y extorsión sexual (sextorsión) no han sido aún tipificadas por nuestro ordenamiento jurídico.
Situación
El problema crece y las víctimas eligen callar
"Hay casos que llegan y que realmente dan escalofríos, por la afectación y daños que sufren las víctimas, aunque muchas prefieren callar o en último caso se conforman con llegar a un acuerdo con su agresor", señala la fiscal Litzy Torrico, de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), quien a la fecha ha recepcionado las denuncias de víctimas de acoso cibernético y difusión de imágenes íntimas o denigrantes a través de redes sociales.
De acuerdo a lo que manifestó, en este año solo habían recepcionado cuatro denuncias de este tipo aunque en ninguno de los casos el responsable fue preso ya que este delito no está tipificado como tal y porque las víctimas logran retirar su imagen de las redes.
La experta en leyes también lamentó la necesidad de que se tipifique como tal y se incluyan este tipo de vulneraciones en las nuevas normativas para poder hacer un efectivo tratamiento de víctimas y acosadores.
El problema se expande en silencio, Por su parte, la directora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Rossy Valencia, lamentó que pese a la expansión de la vulneración de derechos de menores a través de las nuevas tecnologías, sean pocas las denuncias que llegan a su instancia, pues también afirma que las mismas se cuentan con los dedos de la mano y pese a que es un problema muy frecuente en nuestra sociedad.
"La violencia cibernética está en todos lados y les afecta a chicos y grandes por un uso indebido de las redes sociales que no han surgido para esto. Más que filtros se requiere un control correcto y efectivo de los padres ya que es la única manera de poder evitar el problema.
En este sentido, recomendó llevar el control de los hijos ante la falta de regulación.
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