Las Crescent Bay son un paso más en el desarrollo de la realidad virtual de Oculus VR, que cada vez está más cerca. La realidad virtual es una tendencia en auge en el mundo de la tecnología.
Crescent Bay integra un reconocimiento de 360 grados gracias a la cámara externa de Rift (de forma similar a lo que hace Kinect).
Audífonos integrados
Además de tener una pantalla de calidad superior, el nuevo prototipo tiene ahora audífonos integrados y sensores ubicados alrededor de todo el casco, no sólo en la parte frontal, permitiéndote así moverte por tu entorno sin temor a que la cámara externa no pueda rastrear tu cabeza.
En las Crescent Bay se expande el volumen de rastreo. Por primera vez se integran auriculares, por lo que la calidad de sonido es alta, de manera que la experiencia inmersiva que se busca va más allá de la imagen.
Los auriculares acoplados en los laterales del dispositivo harán que los usuarios reciban sonido personalizado en función de la imagen que se muestra, cerrando así la experiencia y buscando que el entorno real desaparezca.
El dispositivo es más ergonómico y ligero.
Aunque los detalles técnicos no son mencionados, desde Oculus VR señalan que las nuevas capacidades de las Crescent Bay "permiten un nivel de presencia que es imposible de lograr con DK2". Las DK2 (Development Kit 2) fueron presentadas en enero de este año.
Estos cambios, junto con un diseño más compacto, menor peso y mejor sujeción, hacen de Crescent Bay el mejor visor Oculus hasta ahora.
El caso es que este visor es un prototipo cerrado y no se distribuirá a desarrolladores, por lo que, al igual que ocurrió con Crystal Cove, puede que se trate de la antesala de un posible DK3 o incluso el modelo final para los consumidores.
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