Hace dos años nomás era un proyecto el tema de los modelos de órganos 3D y hoy se está permitiendo casi llegar a fabricar prótesis a medida", afirma a Efe el doctor Gustavo Moviglia, director del Centro de Investigación en Ingeniería de Tejidos y Terapias Celulares, de la Universidad Maimónides de Buenos Aires.
El investigador argentino es uno de los disertantes del congreso internacional celebrado en Buenos Aires, en el que presentó los resultados de un ensayo clínico que dirigió durante doce años, gracias al que pacientes cuadripléjicos y parapléjicos recuperaron la movilidad de sus miembros.
"Hemos llegado a una técnica muy clara y concreta, con células obtenidas a partir de la grasa de los propios pacientes, que debía ser probada en un caso clínico perfectible, o sea que se tomó a los peores pacientes que se podían tomar, aquellos que eran crónicos y que tenían una lesión congénita", afirma el investigador.
Los ocho pacientes que formaron parte del ensayo de Moviglia, tres cuadripléjicos y cinco parapléjicos de entre tres y doce años postaccidente, recuperaron total o parcialmente la movilidad de sus miembros y no se registraron efectos secundarios adversos graves, según expuso el médico.
"Uno de los pacientes que pintaba con la boca, ahora puede hacerlo con la mano, por ejemplo", asegura el médico argentino.
"Estas lesiones afectan a unas 300.000 personas sólo en Estados Unidos y entre 30.000 y 60.000 en Argentina y los resultados alcanzados abren un nuevo panorama tanto para quienes lo padecen y sus familias, como para los tratamientos con células madre", agrega.
Algunos de los mayores cuestionamientos al hablar de tratamientos con células madre es la regulación internacional, porque depende de cada país determinar qué destino se le da a esas células y, por otro lado, el tipo de información que se brinda a la sociedad al respecto.
"Ya hay varias sociedades internacionales que dan fe de que lo que hacemos sigue criterios científicos, así que eso también va a permitir informar mejor a la sociedad", afirma el investigador argentino.
"A veces lo que llega a la gente es que implantar una célula madre es como dar una aspirina y no hay nada más opuesto; no es una droga que tiene una acción química puntual, sino un organismo vivo que, si yo lo coloco dentro del cuerpo, comienza a interactuar con los demás organismos de ahí y tratamos de encauzarlo para que solucione problemas de salud".
El especialista argentino afirma que, si bien los avances en el área de terapia celular son rápidos y se potenciaron en los últimos años, esto se da porque resultan de estudios previos "lentos y laboriosos", algunos sedimentados desde hace medio siglo.
"Cuando se trabaja con personas no es como en otras ciencias; tiene que haber un compromiso del médico de que, le haga lo que le haga, lo tiene que dejar finalmente, al menos como lo encontró", afirma el investigador.
Respecto de las áreas en las que más avanzó la terapia celular, Moviglia resalta que en el diseño de órganos, cardiología, plástica y urología.
El investigador resalta que también mejoró "enormemente" la tecnología de laboratorio en la Argentina y comienza a haber un trabajo coordinado con la comunidad médica internacional y la importancia que significa contar con acreditación mundial en el área.
En el futuro, Moviglia considera que hay mucho por avanzar en las áreas neurológica, cardiológica y traumatológica y confía que para el próximo congreso, los desarrollos superen las expectativas actuales.
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