La web cumple su 25 aniversario con un futuro prometedor, pero acechada por quienes buscan controlar la herramienta más universal creada por el hombre, según los pioneros de la Red reunidos esta semana en California.
El científico británico Tim Berners-Lee, conocido popularmente como el "padre de la web",
el vicepresidente de Google, Vinton Cerf, y una larga lista de
ingenieros y expertos en computación se dan cita estos días en un hotel
de la localidad de Santa Clara.
A ellos se suman el presidente de
la Corporación para la Asignación de Nombres y Números de Dominios de
Internet (ICANN), Fadi Chehadé; la responsable de la Comisión Federal de
Comunicaciones (FCC), de EE.UU., Jessica Rosenworcel; o el presidente
de la Fundación Ford, Darren Walker.
Los expertos coinciden en señalar el poder democratizador de la web,
pero también las tentaciones de control por parte de gobiernos y otros
actores, y defienden una red libre de restricciones a la que todos
puedan tener acceso.
En ese sentido, la comisaria de la FCC abogó la noche del miércoles por tecnologías que mejoren el acceso a la información de personas con discapacidades como los ciegos.
Rosenworcel aplaudió, por ejemplo, el potencial de avances tecnológicos como el vehículo autodirigido para los invidentes.
La conferencia presta especial importancia a las amenazas que afronta la web en su vigésimo quinto aniversario.
El
presidente de ICANN sacó a colación durante el encuentro las palabras
de un vicepresidente latinoamericano, al que no identificó y quien le
recordó que a los gobiernos les gusta el poder y, dado que la web es una herramienta poderosa, intentarán controlarla.
"La web sigue siendo una gran fuente de solidaridad humana
(...) y es verdaderamente la herramienta más universal que hemos
creado", afirmó Chehadé, quien subrayó la importancia de encontrar un
papel para los gobiernos y disuadirlos así de la tentación de controlar
una red libre y abierta.
Hizo hincapié, en ese sentido, en que las "fricciones" en la web no solo tienen un impacto negativo en la democracia y la libertad, pero también un efecto económico adverso.
Por su parte, Darren Walker, de la Fundación Ford, dijo creer que la política, y las políticas de los reguladores son la principal amenaza que afronta la web.
Mencionó, por lo demás, que para cambiar la democracia es necesaria una participación masiva y aseguró estar convencido del enorme potencial movilizador de la web, un potencial -dijo- que no ha sido todavía plenamente explotado.
Moh
Reza Haghighat, un ingeniero de origen iraní líder en el departamento
de innovación de Intel, auguró que nuevas tecnologías que pronto se
incorporarán a los ordenadores, como las cámaras de tres dimensiones,
permitirán una interacción más intuitiva entre el usuario y los dispositivos electrónicos.
"Los dispositivos te podrán ver, escuchar, sentir", vaticinó Haghighat.
Hubo también momentos para el recuerdo, como cuando Berners-Lee, que estableció la primera comunicación entre un cliente y un servidor usando un protocolo HTTP en 1989, alabó el espíritu de colaboración que sirvió para desarrollar la web que él inventó.
"Recuerdo
la chispa en sus ojos y el sentimiento de que podía ser algo
divertido", dijo de aquellos pioneros Berners-Lee, quien celebró el que
los ingenieros y tecnológos que desarrollaron la web pusiesen a un lado
sus diferencias para construir juntos "una estructura plana sobre la que se puede construir cualquier cosa".
Abogó también a favor de la neutralidad de la red y la independencia de la web, que consideró imprescindible "preservar". "Tenemos -insistió- que pasar tiempo creando la web pero también defendiéndola".
Por lo demás, Berners-Lee criticó plataformas tan populares como Twitter por considerar que amplifican las opiniones extremas,
lo que considera preocupante en un mundo muy polarizado. "Twitter es un
medio que amplifica los extremos", señaló Berners-Lee en la conferencia
sobre el futuro de la web.
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