En los últimos años aparecieron métodos de control, empezando por lo táctil, pasando por los gestos y terminando por el reconocimiento de voz, pero ninguno consiguió eliminar al ratón, como compañero necesario de los ordenadores.
Flow es un sistema de control programable, inalámbrico, que cuenta con el tamaño de un ratón, y muchas ganas de sustituirlo.
Senic, el equipo alemán creador de Flow confía que en esta ocasión, tienen condiciones suficientes para hacerse un hueco importante.
Flow tiene una superficie táctil, cuenta con un botón que se acciona sobre la misma, reconoce gestos que se realiza sobre este dispositivo y dispone de un anillo que permite realizar acciones sensibles al giro.
Flow está construido en aluminio y acero inoxidable, con la superficie táctil confeccionada en policarbonato. Funciona con un sistema de pilas que se puede reemplazar -no es batería- y promete cuatro meses de vida.
Para el funcionamiento de los gestos cuenta con un sistema basado en infrarrojos, que en su forma de interactuar, con menos posibilidades y definición. Su diámetro es de 70 milímetros y su altura de 15 milímetros. La comunicación con otros dispositivos se realiza mediante conectividad Bluetooth 4.0.
La idea es proponer accesos directos para realizar muchas funcionalidades habituales, de forma rápida e intuitiva, pero también adaptarse a programas concretos.
Actualmente el desarrollo y evolución de Flow está siendo enfocado al mundo de los ordenadores, pero la compañía también trabaja en relacionar su invento con aplicaciones móviles.
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