Esta tecnología le podría permitir a las empresas ahorrar mucho dinero en los materiales utilizados y los stocks de los productos tradicionales. Pero la verdadera revolución que procuran no está a la vuelta de la esquina.
El fabricante de aviones Boeing ya usa las impresiones 3D para hacer algunos componentes de polímeros pero no espera poder utilizarla para las piezas metálicas antes de una veintena de años, aunque no descarta que la evolución tecnológica se acelere.
"La tecnología tiene que poder hacer piezas más grandes, efectuar tareas repetidas, este tipo de cosas”, explica Dave Dietrich, responsable técnico de los aditivos metálicos en Boeing. Sin embargo, "nosotros debemos asegurarnos que hacemos suficientes pruebas, que el proceso nos inspira confianza”, explica.
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