Un ciberataque de origen desconocido privó esta semana a Corea del Norte del servicio de internet durante unas horas, pero la mayoría de los norcoreanos ni se enteraron, ya que el régimen los mantiene desde hace décadas aislados de cualquier influencia extranjera.
Se responsabiliza a Estados Unidos de este ataque, en respuesta al que sufrió Sony Pictures, que tenía previsto estrenar la película The Interview una comedia que narra un intento de asesinato del líder y presidente norcoreano Kim Jong-un.
Este ciberataque contra Sony fue imputado a Corea del Norte, que negó haberlo provocado, y la represalia contra el sistema informático norcoreano es atribuido a EEUU, que ni confirmó ni desmintió su implicación.
Entre el lunes y el miércoles los sitios de los principales medios de prensa oficiales norcoreanos quedaron fuera de servicio durante varias horas.
Sin embargo, estos cortes, que en otros países generan gran perjuicio a las empresas, pasan casi inadvertidos en Corea del Norte, donde sólo un puñado de personas está autorizado a consultar la red. Corea del Norte posee solamente cuatro redes de internet, contra 150 mil en EEUU.
Estas redes, operadas por el gigante chino de comunicaciones China Unicom, no conocen más que un millar de direcciones IP, contra 112 millones en Corea del Sur. "La mayoría de la gente ordinaria en Corea del Norte no tiene acceso a internet. Sólo algunos miembros de la élite se benefician de ello, y con serias restricciones”, explica Kim Seung-Joo, profesor de la Korea University en Seúl.
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