Sony ha apostado por la tecnología Exmor R para el sensor de la Sony RX100 III. Se trata de un sensor retroiluminado, preparado para hacer fotos en condiciones de poca luz. Mide 13,2 x 8,8 milímetros y tiene un total de 20,7 megapíxeles efectivos, por lo que consigue imágenes muy amplias.
Va acompañado de un procesador BIONZ X, que se encarga de asegurar un flujo de trabajo rápido. Además mejora la imagen, consiguiendo un detalle más preciso y mejor reproducción de texturas.
El enfoque de la Sony RX100 III funciona por detección de contraste e incluye varios modos. Lleva el modo automático normal y un modo con seguimiento, para hacer fotos o vídeos a sujetos en movimiento y que no se pierda el enfoque. Además, viene con el modo AF Eye, que detecta rostros en la escena y centra el enfoque y la exposición en ellos.
La lente es una Zeiss Vario-Sonnar con una distancia focal de 24-70 milímetros, que equivale a unzoom óptico de 2,9 aumentos. Sony también ofrece la posibilidad de aplicar un zoom digital de 44 aumentos a la hora de hacer fotos y once aumentos en los vídeos. La apertura es variable, desde f/1.8en la focal más amplia hasta f/2.8 en la más cerrada.
La Sony RX100 III cuenta con los modos de disparo habituales, incluyendo modo manual. También incluye distintas escenas seleccionables, como el modo puesta de sol, escena nocturna, evitar movimiento desenfocado o mascotas. En el caso del vídeo también muchas opciones disponibles como la detección de caras, que asegura que todos los sujetos salgan bien enfocados. Permite aplicar estilos creativos a las fotos y vídeos para darles un toque personalizado.
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