La multinacional nipona Sony planea recortar otros 1.000 puestos de trabajo más en su deficitaria rama de teléfonos inteligentes, principalmente en Europa y China, para que la división retorne a beneficios, según adelantó hoy el diario económico Nikkei.
El gigante de la electrónica ya anunció en octubre pasado su intención de recortar unos 1.000 empleos, por lo que Sony dejaría ahora en 2.000 empleos la reducción.
Esto supondría un 30 por ciento de su plantilla en la rama de smartphones, que quedaría en unos 5.000 trabajadores tras los recortes, según explicaron a Nikkei fuentes cercanas al asunto.
Se espera que Sony presente su plan de reestructuración detallado cuando publique resultados correspondientes al tercer trimestre del ejercicio fiscal nipón el próximo 4 de febrero.
Se prevé que la rama de telefonía inteligente acumule en la totalidad del ejercicio, que concluye el próximo 31 de marzo, unos 180.000 millones de yenes (1.343 millones de euros/1.524 millones de dólares) debido al endurecimiento de la competencia en el mercado chino por parte de fabricantes locales.
También que acumule una pérdida operativa en torno a los 200.000 millones de yenes (1.492 millones de euros/1.694 millones de dólares).
De hecho, implementando su plan de reestructuración y los despidos adicionales la empresa calcula que los smartphones no volverán a generar beneficios hasta dentro de dos cursos fiscales.
Entre los planes de Sony para devolver a negro esta división está el reducir su gama de teléfonos inteligentes en un 30 por ciento para centrarse en modelos de alta gama y gran valor añadido, reducir su presencia en mercados como el chino o el latinoamericano o desarrollar servicios exclusivos a través de sus dispositivos.
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