09 febrero 2015

Ciberfinanciamiento aún no capta proyectos en Bolivia



El crowdfunding es un sistema de financiación colectiva que, según las estimaciones del Banco Mundial (BM), puede llegar a mover en los próximos años más de 300.000 millones de dólares; sin embargo y pese a las alternativas que ello supone, todavía no ha encajado entre la población boliviana.

Hace un año aproximadamente se lanzó “Ágora”, la primera web de crowdfunding en Bolivia. Sin embargo los tres únicos proyectos lanzados hasta al momento en esta plataforma no lograron alcanzar la financiación requerida para llevarlos a cabo.
Para el director de Ágora, Danilo Casati, el fracaso de estos proyectos radica por un lado en el desconocimiento de este mecanismo y a las problemáticas de acceso a internet en el país.
“Falta un poquito de lo que es cultura digital. Muchas personas han oído hablar, pero no saben muy bien en qué consiste el servicio y es una barrera muy grande para que los proyectos salgan adelante. Otro factor es la desconfianza con el comercio electrónico. Acá en Bolivia hay mucha desconfianza todavía en cuanto a hacer pagos a través de internet”, señala.

¿Qué es?
“El crowdfunding es una modalidad que hace muchos años está vigente y en lo que consiste es una financiación colectiva, es decir, una persona particular, una institución o una empresa pueden publicar información sobre un proyecto que quieren realizar y lo que hacen es permitir que cualquier persona pueda financiarlo, apoyarlo mediante pequeñas donaciones”, explica Casati.
El emprendedor o emprendedores envían el proyecto a la web indicando las características del proyecto, la cantidad necesaria que se necesita recaudar, el tiempo para lograr este objetivo, que oscila de 30 a 120 días, y las recompensas que el emprendedor da al donante por financiar su proyecto.
“Hay muchos otros sistemas de financiación. Yo, si necesito dinero para un proyecto, me voy a un banco y pido un crédito, pero el crowdfunding aporta un componente social que ninguna entidad bancaria puede aportar. Lo que estamos haciendo es permitir que la gente se pueda involucrar en un proyecto, pueda ser parte de un proyecto, dijo el director de Ágora.
Explicó como ejemplo, que si alguien quiere financiar una película y si se permite que la gente aporte mediante donativos, esas personas se sienten parte de ese proyecto e incluso puede salir su nombre en los créditos.

¿Es seguro?
En cuanto a la regulación y a la seguridad de los pagos, Casati indica que todos los pagos que se realizan a través de la página son públicos ya que la cantidad de dinero aportada va a un termómetro general mediante el cual los usuarios pueden ver el total del dinero aportado.
“La persona que ha solicitado la financiación es la que recibe el dinero, a través de la página tiene una cuenta en la que está viendo todas las donaciones que han sido aportadas por la persona y hacer un seguimiento personal de las personas que han donado”, precisa.
Respecto a la seguridad de los pagos, el director de la plataforma boliviana asegura que es total.
“Hay dos formas de pago. Un pago manual en una cuenta corriente que se ha habilitado para ello en una entidad financiera o a través de la modalidad online, en la que los pagos se realizan en un servidor que está encriptado y nadie puede detectar ese pago”, subraya.
Uno de los proyectos lanzados en Ágora fue el proyecto de la Fundación Jesús Andrés Campaña “Pro-ecográfo”. El objetivo era recaudar fondos para la compra de un equipo para realizar ecocardiografías a los bebés de Santa Cruz de la Sierra y detectar a tiempo cardiopatías congénitas.
La campaña tan solo logró recaudar 40 dólares de los 5.000 necesarios. Para el director de la fundación, Oscar Stickel, que creó esta fundación a raíz del fallecimiento de su hijo a los 96 días de vida, a causa de una enfermedad cardiaca que se podía haber evitado si al bebé se le hubiera hecho una ecocardiograma a tiempo, su campaña no funcionó por la poca cultura digital que existe en Bolivia.
A su juicio, en Bolivia todavía no hay conciencia de lo digital por lo considera que es necesario que los medios de comunicación ayuden a difundir plataformas de este tipo para que logren calar en la sociedad boliviana.



Otras plataformas y ejemplos de éxito

El crowdfunding lleva ya varios años en funcionamiento y ha dado luz a muchos proyectos en todo el mundo. Sólo en 2012 ya se movían más de un millón de campañas de crowdfunding en las 563 plataformas que funcionaban alrededor del mundo. Algunos de los ejemplos de estas plataformas son las españolas “goteo.org”, “verkami”, “lanzanos” o la latinoamericana “idéame”.
Esta última opera en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Uruguay y Estados Unidos.
Los proyectos o emprendimientos que han conseguido su objetivo y han logrado su financiación son muchos y variados. Personas que han conseguido rodar su película, publicar su libro o grabar el disco de su grupo de música, o llevar adelante su obra de teatro son las más comunes, pero también hay otros proyectos solidarios como la construcción de escuelas en Mozambique o novedosos como comprar un bus para transformarlo en un laboratorio de ecotecnología para promover el desarrollo sostenible.
Recaudaciones millonarias
La financiación colectiva ha dado lugar también a varias recaudaciones millonarias. Como el videojuego “StarCitizen” que a través de la plataforma crowdfunding “Kikstarter” logró recaudar más de 47 millones de dólares, la hielera “CoolestCooler” que obtuvo 10,5 millones de dólares para su fabricación y comercialización o el juego de mesa español “Heroquest” que recaudó 600.000 dólares para lanzar una edición especial del juego.

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