La nueva impresora de Canon se ha diseñado para hacer frente a las necesidades básicas del hogar. Este modelo de inyección de tinta ofrece velocidades de impresión máximas de hasta 8,8 páginas por minuto cuando imprimimos en blanco y negro y de 4,4 páginas por minuto en color. Su resolución máxima se sitúa en los 4.800 x 1.200 puntos por pulgada. Para la gestión del papel contamos con una bandeja de entrada con un máximo de 100 hojas o 20 fotografías. A esta capacidad hay que unirle también un alimentador automático de documentos de hasta veinte hojas para utilizar las funciones de copia, escaneo y fax. Como decíamos, se trata de un equipo sencillo que pone su tope en las 1.000 impresiones mensuales para asegurar un funcionamiento correcto.
Por otro lado, la funcionalidad de la copia ofrece velocidades máximas de hasta 2,7 copias por minuto en color al utilizar el alimentador automático de documentos. Es posible reducir el documento hasta el 25% de su tamaño o ampliarlo hasta el 400%. La funcionalidad de escáner tiene una resolución óptica de hasta 600 x 1.200 puntos por pulgada, con una velocidad de quince segundos por documento. La compañía japonesa también ha querido destacar la función de guardar los escaneos directamente en un servicio en la nube como Dropbox o Google Drive. También podemos imprimir los documentos que tengamos almacenados en estas plataformas online sin necesidad de descargarlos antes.
La impresora viene con cartuchos estándar con capacidad para 180 impresiones tanto en negro como en color. Canon también comercializa cartuchos de tamaño XL, que pueden convertirse en una buena opción para ahorrar en gastos de consumible y para alargar los cambios de consumibles. En este caso, nos da para un máximo de 400 impresiones en blanco y negro y para 300 impresiones en color.
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