Un grupo de científicos australianos produjeron con una impresora 3D un motor para aviones de reacción, el primero de su tipo en el mundo, informaron ayer medios locales.
El nuevo motor, que se espera derive en aviones a chorro que sean más baratos, ligeros y más eficientes en cuanto al uso de combustible, fue creado tras una asociación entre la Universidad de Monash, en Melbourne, y la empresa Amaero Engineering, según la cadena local ABC.
Este invento, que abre la puerta a fabricar motores en cuestión de días en lugar de meses, ha captado la atención de empresas aeronáuticas como Airbus, Boeing y la fabricante de material militar Raytheon, agregó la fuente.
La ventaja es que se puede "obtener rápidamente el producto final, por lo que las ventajas de esta tecnología son la rápida creación de un prototipo y la producción rápida de estos prototipos a gran escala", enfatizó el subdirector de investigaciones de la Universidad de Monash, Ian Smith.
Además, "se pueden producir partes a la medida que no se podrían fabricar con las tecnologías clásicas de ingeniería", agregó Smith en declaraciones citadas por la ABC.
El proyecto comenzó hace dos años cuando la empresa aeroespacial francesa Safran pidió a los científicos de Monash fabricar uno de sus antiguos motores.
Actualmente, los científicos producen prototipos secretos para esta empresa gala, así como para Boeing y Airbus, indicó la cadena australiana.
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