Afectan a la computadora de manera distinta. Lo que no todos los usuarios saben es que cada uno de estos programas malignos tienen sus diferencias y cuando algo anda mal, el asunto simplemente se reduce a decir que el equipo está con virus. Por eso, El Sol y la gente de Bolivian Servers aclaran el panorama y describen las clases de malwares que afectan a las máquinas.
Virus. Este término se usa de forma genérica para darle nombre a un software malicioso que trata de hacer estragos en el ordenador. Sin embargo, la palabra correcta es malware. La característica principal del virus es que se reproduce a sí mismo luego de anclarse a algún proceso del sistema operativo, justamente como su versión biológica.
Gusano. Este programa también se reproduce a sí mismo, pero generalmente no se ancla a ningún proceso. Los gusanos suelen correr en el fondo del sistema como un programa propio. Suelen esparcirse rápidamente porque aprovechan las vulnerabilidades del sistema y a veces son difíciles de detectar porque se valen de métodos de transporte de información que el sistema operativo tiene integrado.
Troyano. Los troyanos se disfrazan de software con buenos propósitos, pero terminan comportándose de forma maliciosa. Es decir, se ven como programas legítimos pero están hechos para engañar al usuario y hacer daño al sistema. Los troyanos pueden hacer cosas como mostrar pop-ups, robar datos, borrar archivos y hasta instalar otros tipos de malware.
Adware. Este tipo de amenazas no entran en la misma categoría de los virus, gusanos o troyanos. Para infectar un sistema operativo el Adware usualmente se instala junto a otro software que lo cuela en su instalador y generalmente se puede eliminar si se desinstala el programa. El adware sirve para entregar publicidad de forma invasiva y en la mayoría de los casos se utiliza para conseguir más información de la que el usuario quiere dar. Por eso su nombre en inglés comienza con la palabra “ad“, que significa “anuncio”.
Spyware. Este software monitorea el ordenador donde está instalado y recolecta información para ser entregada al tercero que lo ha creado. Puede no ser una gran amenaza para el usuario, como por ejemplo cuando visitamos una página web y toman información nuestra para hacer la navegación más eficiente cuando regresemos a ella. Sin embargo, en algunos casos puede ser muy dañino e invasivo, monitoreando hasta lo que escribes en tu teclado o a dónde mueves el mouse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario