La nueva X-T10 es como una versión más pequeña de la XT-1, pero a pesar de su menor tamaño general conserva el aspecto de las cámaras réflex de los años 70 y 80 que también presenta la XT-1. A esto ayuda sobretodo el visor óptico montado tras la típica capilla que cubría los visores de pentaprima de las cámaras analógicas, así como los numerosos botones y controles del panel superior y del frontal. Estará disponible en color negro o en la clásica combinación de negro y plata, y llegará junto con una serie de accesorios que incluirán una funda de piel y una empuñadura o grip.
En la parte posterior, la nueva X-T10 cuenta con la habitual pantalla LCD, que en este caso tiene un tamaño de tres pulgadas y una resolución de 920.000 puntos, y puede abatirse para poder mirarlo desde arriba al disparar desde la cintura o desde abajo para fotos desde ángulos elevados. La cámara cuenta con una palanca para seleccionar el nuevo modo AUTO avanzado, que escoge los ajustes óptimos para la fotografía que estemos intentando captar, así como con dos diales y siete botones de función totalmente personalizase. La nueva X-T10 incluye por supuesto un flash integrado en la parte superior que puede funcionar de manera automática al combinarlo con el mencionado modo AUTO. Uno de los grandes protagonistas de la X-T10 es sin duda el visor óptico integrado. EL fabricante afirma asimismo que este nuevo visor electrónico es el más rápido del mundo, con un tiempo de retardo de la imagen de tan solo 0,005 segundos. Además, la información proyectada sobre el visor óptico cambia de orientación automáticamente si colocamos la cámara en posición vertical o de retrato, una de las muchas ventajas de este sistema sobre los visores ópticos convencionales.
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