El fabricante de robots japonés Suidobashi Heavy Industries ha aceptado el duelo lanzado esta semana por su competidor estadounidense Megabot y se medirá en una batalla de autómatas gigantes.
Aunque aún no se han anunciado ni la fecha ni el lugar, un robot nipón de 4.000 kilos, y uno estadounidense de 5.400, se verán pronto las caras en lo que muchos esperan que sea el inicio de un nuevo tipo de espectáculo que ya sido profusamente retratado en obras de ciencia ficción: las batallas de robots gigantes.
Megabot publicó esta semana un vídeo cargado de humor presentando su Mark II "el primer robot gigante pilotable completamente funcional" de Estados Unidos.
Al son del "Barras y estrellas por siempre" de Sousa, dos de los fundadores de Megabot, Gui Cavalcanti y Matt Oehrlein, explican, enfundados en banderas estadounidenses, que "al ser americanos" han equipado al Mark II "con unos cañones muy grandes" de "paintball" antes de desafiar a Suidobashi y a su modelo Kuratas a un duelo.
El vídeo de respuesta de Kogoro Kurata, consejero delegado de la empresa nipona, ha tardado un día en llegar y en las imágenes, el ingeniero y creador principal del Kuratas, se enfunda a su vez en una enseña japonesa y acepta el reto de Megabot.
"Me parece muy interesante (la propuesta)", dice Kurata, que aún así considera que su competidor estadounidense podría haberlo "hecho mejor".
"Construir una cosa gigante y ponerle cañones... es tan americano. No podemos permitir que otro país gane; los robots gigantes son parte de la cultura nipona", dice con sorna antes de añadir que su intención es "mandar al desguace" al Mark II a puñetazo limpio.
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