La tecnología y la solidaridad puede cambiar la vida de miles de personas. En este caso, la de varios niños quienes gracias a las prótesis impresas en 3D pueden tener una mejor calidad de vida y más opciones de integrarse a la sociedad, pues no es sencillo ser niño y no contar con una extremidad del cuerpo o parte de ella. Estas prótesis son económicas, prácticas, livianas y fáciles de usar.
La proliferación de impresoras 3D brindó un beneficio inesperado. La tecnología que brindan éstas trajo consigo aplicaciones médicas como la impresión de prótesis que resultan de menor costo que las de alta tecnología robótica. Los dispositivos son perfectos para crear prótesis baratas.
Las prótesis producidas industrialmente pueden costar miles de dólares, estando fuera del alcance de muchos que las necesitan. Una mano protésica "tradicional" puede estar entre los 8.000 y 60.000 dólares.
En cambio, el valor de los materiales utilizados para hacer una prótesis con una impresora 3D podría bordear los 50 dólares.
Además del costo de fabricación, algo fundamental a tener en cuenta es que un niño tendrá que cambiar de prótesis varias veces a lo largo de su crecimiento. Además, si se rompe, la familia puede repararla directamente con una impresora disponible localmente.
En muchos países del mundo, varios niños ya están disfrutando de prótesis impresas en 3D, una tecnología barata y lúdica que no cuenta con ningún aval médico.
Es el caso de Faith Lennox, una niña de tan sólo 7 años, que hace algún tiempo perdió la mano tras un accidente. Todo parecía apuntar a que esto le privaría de tener una infancia normal y hacer cosas que hacen todos los niños como montar en bicicleta o jugar al baloncesto, pero con la ayuda de una impresora 3D Faith consiguió tener una mano artificial que le permite hacer todas estas cosas.
En un principio, la niña no tenía demasiadas intenciones de ponerse una mano artificial hasta que vio que podía diseñarla a su gusto y hacerla realidad por tan sólo 50 dólares.
Para la creación de la mano, los padres de Faith se pusieron en contacto con la organización e-Nable, un proyecto de impresión 3D de prótesis, que les ayudaría a crear una prótesis mediante el uso de una impresora 3D. Pero al tratarse de una tecnología demasiado nueva, la lista de espera para conseguirlo era enorme. Posteriormente se contactaron con Built It WorkSpace (EEUU) una organización que enseña a utilizar nuevas tecnologías, entre las que se encuentran las impresoras tridimensionales. Tras ponerse en contacto con la asociación, vieron que crear su propia prótesis no era algo imposible.
Aunque la compañía con la que se pusieron en contacto tenía varios años de experiencia en impresión 3D, era la primera vez que se disponían a crear algo tan útil como una mano de este tipo. De esta manera, con la ayuda del software abierto y la guía de E-Nable, en conjunto con las especificaciones de Faith se creó la mano.
De hecho, los dedos de la mano artificial están hechos en azul y rosa, que son los colores favoritos de Faith. Ahora ella podrá dibujar, jugar con muñecas y montar en bicicleta como cualquier otra niña de su edad.
Historias como esta son las que nos demuestran que la tecnología, aunque a veces pueda parecer deshumanizada, puede ser una gran ayuda para mejorar considerablemente la calidad de vida de muchas personas.
CIFRAS
Uno de cada mil niños nace sin dedos y otros pierden dedos y manos por lesiones. Cada año, unos 450 niños reciben amputaciones como resultado de accidentes, según un estudio publicado en Pediatrics.
UNA RED FILANTRÓPICA
e-Nable hace que los niños se sientan especiales
La organización e-Nable, con sede en Estados Unidos, es una comunidad en línea que conecta a fabricantes y diseñadores con personas que necesitan prótesis de manos, en su mayoría niños. Juntos, elaboran prótesis con impresoras 3D, minimizando los costos y poniéndolas al alcance de un gran número de personas.
En e-Nable, los niños escogen los colores que quieren y las piezas están pensadas para llamar la atención y hacer que se sientan orgullosos de sus diferencias. El objetivo de los diseños atrevidos es hacer que los niños se sientan especiales en lugar de avergonzados.
e-Nable, cuenta con un grupo de unas 1.500 personas que trabajan diseñando y desarrollando prótesis económicas para los más pequeños. Esta iniciativa nace fruto de la colaboración de ingenieros, estudiantes, artistas y escritores, que unen sus fuerzas para imprimir prótesis que cuesten menos de 50 dólares.
Sus diseños se realizan en código abierto, con el objetivo de que cualquier persona pueda descargarse los diseños desde cualquier zona del mundo, y así fabricar prótesis de manos para niños. La idea es abaratar al máximo la producción de estas piezas, que pueden sustituir las extremidades de personas que hayan sufrido algún accidente o enfermedad y deban utilizar estas prótesis.
Una herramienta en línea, en su sitio web (http://enablingthefuture.org), el “Handomatic”, es utilizada para ajustar la prótesis del niño. El padre entra una serie de mediciones necesarias y la herramienta facilita el diseño personalizado para ese niño, listo para su impresión. Cada mano tarda en torno a 20 horas para imprimirse, y otras dos o tres para el ensamblado.
Algunos de los diseños creados por e-Nable están recubiertos de cuero, otros son de plástico fabricado a partir de impresión 3D.
Hasta la fecha, se han suministrado más de 1.500 prótesis a través de esta plataforma.
La idea de las prótesis infantiles impresas en 3D surgió de Ivan Owen y Richard Van As, que colaboraron conjuntamente para diseñar una mano artificial para un niño de Sudáfrica. Posteriormente, decidieron compartir su trabajo en abierto y así empezó a evolucionar una comunidad que demuestra el potencial de la impresión 3D, pero sobre todo el de la solidaridad humana.
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