El ingenio, la creatividad, el trabajo en equipo, la voluntad y la perseverancia, no tienen edad. Esto fue claramente demostrado por estudiantes del colegio Antonio María Claret (de Cochabamba) donde niños, niñas y adolescentes mezclando sus conocimientos científicos (físicos, matemáticos y de robótica) con la imaginación dieron rienda suelta a su creatividad y elaboraron diversos trabajos robóticos con material reciclado.
Así, robots, un brazo mecánico, motocicletas, autos, camiones, insectos, juguetes y diferentes creaciones forman parte de los productos desarrollados. Cada proyecto, para su elaboración, empleó un 90 por ciento de material reciclado.
Mouse de computadora, controles y mandos en desuso, partes de planchas, tarros vacíos, cartones, partes de juguetes, cables, palitos de helados, tubos de plástico, dispositivos electrónicos y más forman parte del material que dieron vida a estas nuevas creaciones.
Con el objetivo de explotar la creatividad de los estudiantes e introducirlos a la ciencia de la tecnología actual se lanzó el concurso científico y tecnológico "Ciencia del Estudiante", explica Celia Lazarte Moreno, directora del Colegio Antonio María Claret.
Este evento, abierto a todos los estudiantes del colegio -desde kinder hasta cuarto de secundaria-, despertó la curiosidad e imaginación de los participantes quienes desarrollaron más de 20 proyectos ecoamigables, guiados por la profesora de física, Rosalía Tórrez Villca con el apoyo de algunos voluntarios de ElectroMEK (formado por universitarios del primer semestre de Electromecánica de la Universidad Mayor de San Simón y estudiantes de Electrónica Digital de la Casa de la Juventud).
En el concurso tanto para primaria como para secundaria se abrieron tres categorías: Dibujo de robot, escultural (robot sin movimiento) y construcción de robot con movimiento. Los trabajos podían desarrollarse individual o grupalmente.
Así, robots, un brazo mecánico, moto
Más cerca de la ciencia
Así, desde niños de 6 años hasta adolescentes -hasta unos 17 años- elaboraron diversos proyectos ecoamigables.
Cada uno de ellos implícita y explícitamente manejaron conceptos y nociones de física, matemáticas, artes plásticas, robótica y más, incluso sin darse cuenta, comenta Tórrez.
"Muchas veces quedé sorprendida, pues solos -a través de la práctica- van adquiriendo conocimientos y te sorprende que niños menores de 10 años mencionen conceptos físicos como el equilibrio, fricción, frenado y otros", comenta la profesora de física.
Despertar la imaginación
Torrez explica que durante el proceso de la elaboración de los diferentes proyectos ecoamigables, se siguieron algunos pasos.
El primero: la motivación. Es necesario fomentar la motivación para que ellos se animen a producir. En este caso, el Bichobot (elaborado por Tórrez) y el Gus Gus les llamó la atención e interés que algo elaborado con material reciclado pueda moverse.
El segundo paso fue reunir el material reciclado que tenían en sus casa para posteriormente desarmarlo -tercer paso- e imaginar qué cosas pueden encajar o formar algunas partes del objeto que se quiere desarrollar (un esbozo mental o en papel).
La profesora recalca que el diseño es libre, pues puede ir cambiando en el proceso.
"El objetivo es desarrollar la ciencia y el arte porque ambos van juntos", señala Tórrez. "Así, de un mouse sacaron una mariquita, un auto. De una plancha un brazo robótico. Varias ideas".
Durante el proceso de elaboración
Voluntad, imaginación, perseverancia y el no rendirse son los requisitos necesarios que se deben activar en todo el proceso de la elaboración de estos proyectos, comenta.
Preservando la integridad y seguridad de los alumnos, dice Tórrez, todos los trabajos están realizados con voltajes pequeños, de unos 12 a 14 voltios. Además, que se les explica claramente el manejo de la corriente y siempre está supervisado por una persona adulta, comenta.
Extensión social
Tras el desarrollo de los talleres internos en el colegio, las organizadoras lograron conseguir desarrollar éstos para todo el público.
Así, desde el pasado jueves se viene realizando la primera versión del "Taller de Construcción de Robots con Material Reciclado", en la Floristería (calle España esquina Ecuador).
El taller es gratuito y abierto a todo público que le interese aprender los diferentes proyectos. Las personas interesadas sólo tienen que llevar el material.
El sábado 29 de agosto, en la Floristería, desde las 15:00 hasta las 18:00 se expondrán todos lo trabajos (tanto de los alumnos del Colegio Antonio María Claret, como los elaborados en esta nueva actividad).
Diversidad
Alumnos desde los 6 años hasta los 17 años participaron de la elaboración de más de 20 proyectos ecoamigables para desarrollar la creatividad inmersa en las ciencias.
MÁS ALLÁ DE LO ACADÉMICO
Desarrollo personal y social
Además de los conocimientos académicos, este trabajo también ayudó a desarrollar otras áreas en los estudiantes, en el ámbito personal y social.
Trabajo en equipo, oratoria, solidaridad, crecimiento personal y colaboración son algunas de las virtudes que se desarrollaron gracias a la dinámica de estos proyectos.
Tórrez explica que se pudo ver a alumnos de primeros cursos de primaria conversando e interactuando con estudiantes de secundaria, colaborándose entre ellos.
Además, en los núcleos familiares también se afianzó la solidaridad y integración, pues se veía a padres, hermanos y abuelos participando de los diferentes proyectos de los chicos.
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