Brayan Murga Patzi, de cuatro años, es el primer niño en el país que usa una prótesis de mano hecha en una impresora 3D. Con la mano ortopédica, que le fue donada por la firma LAB 3D Studio, el pequeño podrá abrir una puerta y manipular sus juguetes.
“Jugaré con mis autos cuando llegue a mi casa”, dijo tímidamente Brayan al momento de mostrar su prótesis de mano color blanca, que le fue entregada ayer por los esposos Mario Alberto Benavides y María Fernanda Calvo, dueños de LAB 3D Studio, una empresa que fabrica manos artificiales.
Un mal congénito impidió que la mano izquierda de Brayan desarrolle por completo. En ocasiones oculta su deformidad cuando ve a otros niños, hace caer los objetos al intentar sujetarlos y no puede manejar su bicicleta, contó su madre, Rosa Patzi, vecina del barrio alteño Cosmos 79.
A esta progenitora aún le sorprende que su hijo haya nacido sin mano, ya que observó en las ecografías cómo se chupaba su dedo. Brayan nació el 7 de febrero y es el cuarto hijo de la familia. La Razón publicó en agosto que LAB 3D buscaba a un niño que haya perdido una extremidad, pero que tuviera el movimiento de 30 grados en la muñeca para facilitar el uso de la prótesis. Brayan fue el beneficiado.
Felicidad. La primera vez que le pusieron la prótesis, el infante no quería dejarla, ya que era un juguete con el que podía agarrar objetos, explicó Fernanda Calvo. El viernes, en su último ajuste de la mano artificial, el niño —que al año estará en prekínder— trajo varios juguetes para probar si podía sujetarlos con la prótesis. Ayer saltó y correteó al saber que se la llevará a su casa para practicar su manejo.
“Mis hermanas ya saben que tengo una mano ‘robótica’”, señaló el niño mientras hacía el ejercicio de sacarse y colocarse la prótesis. Esta mano le ayudará con su motricidad gruesa, pero no con la fina, aclaró Calvo. “No podrá atarse los cordones del zapato, pero sí abrir una puerta, sostener un objeto y levantar cosas”.
Benavides acotó que si una pieza de la mano elaborada en 3D se quiebra, se garantiza la reposición de la parte afectada. Los esposos hicieron una lista de los objetos que puede y no sostener con la mano artificial; entre los últimos están cosas calientes y objetos pesados o peligrosos, como cuchillos. “El uso debe estar supervisado”, apuntó Calvo.
Según las explicaciones, el tiempo para desarrollar la prótesis en 3D fue de dos semanas, además de los ajustes en la mano de Brayan. El próximo reto de la empresa LAB 3D Studio es desarrollar manos robóticas que posibiliten la detección de músculos para mover los dedos.
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