Los sobresalientes lanzamientos de aplicaciones de dinero móvil por parte de Apple y Samsung pueden haber capturado los titulares (ambas compañías se han unido recientemente a las empresas que ofrecen a los mayormente pudientes propietarios de costosos teléfonos inteligentes la capacidad de pagar por bienes con sólo "pasar" sus teléfonos), pero es la evolución de los sistemas de pagos en los países supuestamente menos desarrollados de África y Asia la que señala el camino hacia el futuro probable de la banca móvil en general.
Sólo con la aplicación Samsung Pay se llevaron a cabo transacciones que equivalieron a más de 30 millones de dólares durante el primer mes en Corea del Sur. La "billetera" de Samsung permite a los propietarios de sus teléfonos hacer pagos sin contacto en el punto de venta, así como hacer pagos en línea.
Aunque Samsung y Apple indudablemente ayudarán a difundir la utilización de los pagos móviles, la realidad es que el teléfono móvil como medio de pago continúa estando relativamente reducido a un nicho de mercado, incluso en los mercados desarrollados.
En el Reino Unido, por ejemplo, sólo un 1 por ciento de la población utiliza sus celulares para hacer pagos diariamente, según Deloitte, aunque más personas están empezando a probar esporádicamente los servicios mientras que los grandes minoristas adoptan sistemas de pago sin contacto.
Los sistemas de pago móvil mayormente copian la premisa básica de pago con tarjetas de débito y de crédito, así como la de las billeteras que muchas personas todavía llevan. Esto los convierte en una alternativa de alta tecnología, más que en una actualización obvia, para algunas personas, aunque los pagos móviles por lo general ofrecen una mejor identificación y autenticación de los usuarios que el dinero en efectivo o las tarjetas.
Pero los analistas anticipan un mayor cambio a medida que se añadan más servicios financieros y mayor interactividad, que es cuando los pagos móviles se convertirán en la banca móvil. Los países de África subsahariana y de Asia, donde los sistemas bancarios tradicionales no están tan sólidamente arraigados, ya están apuntando hacia esa dirección.
Los usuarios de celulares en los países en desarrollo no necesariamente quieren utilizar sus teléfonos sólo para pagar por la comida en el supermercado ya que, a veces, ni siquiera tienen una cuenta bancaria. Más bien, el teléfono móvil está asumiendo funciones adicionales como la de ser un "lugar" para mantener el dinero seguro y transportarlo, así como la de permitir la adquisición de otros servicios financieros de proveedores de confianza.
Las billeteras móviles en los países en desarrollo se han convertido en un medio de proporcionar una cuenta de valor almacenado por medio de la cual se puede recibir un pago en un dispositivo móvil y convertirlo en efectivo a través de un agente.
Según Juniper Research, los dispositivos móviles han permitido que la gente en "mercados con extrema carencia de servicios bancarios logre inclusión financiera por vez primera", y descubrió que más de 15 países tenían más cuentas de dinero móvil que cuentas bancarias a finales de 2014.
Un sinnúmero de servicios de pagos móviles en África siguen siendo usados como sistemas para la transferencia de dinero y para la recarga de tiempo aire iniciados por planes como M-Pesa de Vodafone, mediante el cual las personas pueden transferir dinero y pagar por mercancía.
Pero los servicios se están expandiendo rápidamente para incluir el desembolso de préstamos, el pago de facturas y la obtención de microseguros. Juniper cita a India como un ejemplo de ello. La billetera más popular es Paytm, pero nuevas compañías incorporándose al sector ya han recibido aprobación para proporcionar una gama más amplia de productos, tales como la aceptación de depósitos y el envío de remesas.
En el futuro, también se espera que los teléfonos móviles asuman funciones financieras adicionales en los mercados occidentales.
Paula Felstead, directora de estrategia de negocios y dirección de Visa Europe, declaró que la primera oleada de aplicaciones de banca móvil se ha concentrado exclusivamente en la banca, es decir, en el movimiento de pagos desde, hacia y entre cuentas.
Pero, Felstead añadió que el comportamiento del consumidor y los avances de la tecnología bien pudieran cambiar esto con nuevas formas de movilizar dinero, que estén impulsadas por el acceso móvil, entre las personas.
Stephen Ley, asociado de servicios financieros y especialista en pagos de Deloitte, declaró que las aplicaciones de banca móvil ya han superado a las interacciones con los clientes en las sucursales bancarias y en línea, aunque la mayoría de la actividad sea simplemente chequear el balance.
Según la opinión de ejecutivos de la industria, los bancos tienen que liderar el cambio en el comportamiento de los consumidores, debido a su confiabilidad y a las estrictas licencias necesarias para extenderse a otros servicios financieros.
"Los consumidores están siendo rodeados por nuevas opciones de pago todos los días, pero incluso en esta era digital siguen teniendo más confianza en sus bancos para la mayoría de sus necesidades financieras", dijo Mark Barnett, presidente de la división del Reino Unido e Irlanda de MasterCard.
Pero Julien Duvaud-Schelnast, gerente de Arthur D. Little, una consultora con sede en Estados Unidos, afirmó que la banca móvil se halla todavía en su infancia.
Él anticipa que el mercado se expandirá a nuevas áreas, tales como pagos por medio de débito directo, y añadió que más de la mitad de los usuarios de teléfonos inteligentes en Estados Unidos utilizó servicios de banca móvil en 2014. Sin embargo, él afirmó que, hasta la fecha, los celulares están actuando principalmente como un canal complementario para las actividades básicas, tales como chequear el balance, en lugar de proporcionar la principal vía de acceso a las actividades bancarias. En términos de proporcionar acceso a una gama completa de servicios bancarios, parece que los celulares todavía tienen un largo camino por recorrer.
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