El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrolló un sensor que permite distinguir siluetas humanas a través de los muros gracias a las señales inalámbricas.
El sensor, llamado RF-Capture, transmite señales de radiofrecuencia que, al chocar contra un cuerpo humano situado al otro lado de una pared, permite generar una imagen de la silueta humana. Esta imagen no es estática, pues a medida que la persona se mueve, indica dónde se encuentra, cómo se mueve e incluso distingue trazos en el aire.
Este sistema ofrece una imagen final similar a la que se puede obtener con una cámara térmica, sólo que en lugar de detectar las señales de infrarrojos que emite un cuerpo, emplea la radiofrecuencia y su reflexión sobre un cuerpo para localizarlo, señala el portal Europa Press. Puede decirse que se parece a la ecolocalización de los murciélagos.
El margen de error apenas llega al 10 por cierto. De hecho, la tecnología empleada es tan exacta que muestra la complexión, respiración y ritmo cardiaco del sujeto. Todo ello sin que la persona esté equipada de algún sensor.
Del dispositivo
El aparato consiste en una especie de antena-regleta con forma de T y algo destartalada que emite desde una habitación señales parecidas a las de una wifi convencional, pero con una milésima parte de su potencia. Las ondas wifi son capaces —bien lo saben los ladrones de redes ajenas— de atravesar suelos, puertas y paredes. Al otro lado, en una habitación contigua a la del experimento, se reflejan en la persona voluntariamente espiada; como si se tratase de un murciélago o un sónar, rebotan y vuelven al emisor. Con la imprescindible ayuda de un software que analiza varias instantáneas del espiado, los ingenieros pueden ver dibujada, aunque sólo a grandes rasgos, la silueta de esa persona y su postura.
Múltiples usos
Desde el MIT defienden sus múltiples usos de esta tecnología. Por ejemplo, para la atención a las personas mayores –saber si se encuentran en casa, si se mueven o se han caído o perdieron el conocimiento–. Además, esperan con el tiempo poder implementar esta tecnología en los dispositivos móviles, con la idea de que pueda usarse en videojuegos o en el control de determinadas aplicaciones que funcionen con la detección del movimiento.
Sin embargo, poder monitorizar a una persona a través de los muros plantea también un problema de privacidad y seguridad si, en lugar de ser un sanitario, es un criminal quien lo emplea para saber si hay o no alguien en una casa o una tienda, por ejemplo.
Ante el riesgo de privacidad y seguridad, el equipo responsable explicó que toda señal inalámbrica está encriptada.
"Queremos asegurarnos de que la gente no lo use con fines maliciosos. Para este fin, estamos trabajando en dos frente: primero, estamos diseñando bloqueadores que puedan prevenir que alguien sea monitorizado salvo por su propio dispositivo. Y, segundo, necesitamos tener una regulación que dicte cómo y cuándo estos dispositivos puede ser usados", explicaron los cinco autores del Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial del MIT.
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