Las computadoras y dispositivos viven bajo una constante amenaza, la de miles de programas maliciosos, virus, ataques, etc. Estos programas evolucionan, mutan y se transforman para burlar las defensas del los programas antivirus.
La mejor solución está en combinar la prevención en nuestros hábitos de uso con una buena suite de seguridad, completa y eficaz pero sobre todo continuamente actualizada.
Y ése es precisamente el punto más débil del software de seguridad. Si se encuentran con un malware que no figura en su base de datos, no será identificado como tal. Y es virtualmente imposible tener una base de datos 100% eficaz.
Una posible solución la acaba de presentar la compañía israelí Deep Instinct. Su producto, basado en la creación de una red neuronal artificial, examina millones de creaciones maliciosas y aprende cómo solucionar las amenazas futuras.
El proceso se denomina aprendizaje profundo (deep learning) y apuesta por el aprendizaje de la citada red neuronal que, tras analizar millones de patrones utilizados por malware ya creado, sabría identificar y neutralizar nuevas amenazas.
Sobre el papel suena muy atractivo y las cifras también acompañan: un 20% más de éxitos del software de Deep Instinct a la hora de reconocer amenazas comparado con otras soluciones antivirus completamente actualizadas.
La compañía prevé comercializarlo en los próximos meses. Tal vez estemos ante el antivirus definitivo.
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