Uno de los principales problemas es cómo evitar los obstáculos, por lo que actualmente el proyecto trabaja en sensores a los que define como “percibe y evita”, para instalarlos en los equipos móviles.
La compañía, que realiza pruebas en centros de investigación de Estados Unidos, Reino Unido e Israel, sabe que de la regulación dependerá el lanzamiento de sus drones, pero no explica si el consumidor podrá elegir entre este tipo de envío o el tradicional. Lo que sí subraya es que el presentado ayer es uno de los 12 prototipos que manejan, y que irá evolucionando, incluso cuando sea una realidad.
El servicio "aumentará la seguridad y la eficiencia del sistema de transporte", asegura la compañía, que vaticina que en el futuro será "normal" verlos por las carreteras "junto a los camiones".
De todos modos, "los drones no estarán en el mundo real hasta que podamos demostrar que son realmente seguros”, dijo Kristen Kish, portavoz del proyecto.
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