En la tesis doctoral de Donoso, publicada el año 2006 con el título “Análisis de regresión difusa: Nuevos enfoques y aplicaciones” se indica que dos de las fuentes que contaminan normalmente la información son la imprecisión que tiene en su expresión y la incertidumbre que puede provocar la fuente que la proporciona. El ser humano se desenvuelve con sorprendente facilidad a la hora de manejar este tipo de información pero, sin embargo, cuesta explicar qué procedimientos sigue para ello. El hallazgo de modelos matemáticos para hacer frente a la información imperfecta ha sido un punto de gran interés en el mundo de la investigación, aportando teorías como la de la Probabilidad, reportada en el libro de Feller, publicado el año 1971 con el título “Una introducción a la teoría de la probabilidad y sus aplicaciones”, la teoría de la Evidencia, reportada en el libro publicado en el año 1976 por Schafer con el título “Una teoría matemática de la evidencia”, o la teoría de los Factores de Certeza, publicada el año 1975 en el artículo de los investigadores Shortliffe y Buchanan titulado “Un modelo de razonamiento inexacto en medicina”. En el año 1965 Lotfi A. Zadeh, en el artículo titulado “Conjuntos difusos”, propuso una de las herramientas más valiosas a la hora de trabajar con este tipo de información: La teoría de conjuntos difusos. Desde la aparición de esta teoría son incontables las aplicaciones que se han hecho de ella en el mundo de la investigación en general, y en particular en el área de las Ciencias de la Computación. El concepto de conjunto difuso se relaciona con una colección de objetos que pueden pertenecer a él con un cierto grado, desde un grado máximo de uno para la completa pertenencia, a un grado mínimo de cero para la no pertenencia, pasando por la gran cantidad de los valores intermedios.
En la tesis de Pineda y Vivas, publicada el año 2008 con el título “Control de un modelo aerodinámico aplicando sistemas difusos”, se menciona que una buena estrategia para representar la teoría de conjuntos difusos, consiste en recordar algunos aspectos de la teoría de conjuntos clásicos, y a partir de allí hacer una extensión a los conjuntos difusos. Un conjunto clásico se define como una colección de elementos que existen dentro de un universo, cada uno de los elementos del universo pertenece o no a un determinado conjunto. Por lo tanto, cada conjunto puede definirse completamente por una función de pertenencia, que opera sobre los elementos del universo, y que le asigna un valor de “uno” si el elemento pertenece al conjunto y de “cero” si no pertenece.
El investigador Ortiz, en la tesis de maestría publicada el año 2004 titulada “Modelado y control PD-difuso en tiempo real para el sistema barra esfera”, menciona que un conjunto difuso se define de forma similar a un conjunto clásico, con una diferencia conceptual importante: Un elemento puede pertenecer parcialmente a un conjunto. De esta forma, un conjunto difuso que existe dentro del universo, se define como todos aquellos elementos que pueden ser calificados mediante una grado de pertenecía. Este grado de pertenecía se define mediante la función característica asociada al conjunto difuso: Para cada valor que puede tomar la variable, la función característica proporciona el grado de pertenencia de ese valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario