Los asistentes a la conferencia de Vancouver estuvieron entre los primeros en probar esta nueva e interesante propuesta desarrollada por una startup de Utah llamada The Void.
"Piense en una sala de cine futurista”, dice Ken Bretschneider, el fundador y director de la empresa. "Cuando uno va al cine va a una sala de proyección; en nuestro caso, se entra en un espacio virtual y se vive la película”, señaló el promotor.
Los asistentes o tedsters pudieron ingresar en una habitación del centro de convenciones, transformada en un "ojo de serpiente”, valiéndose de auriculares, cascos y chalecos que les brindaban una sensación de realidad. Los exploradores podían imaginarse transportados a un antiguo y misterioso templo, en todos sus detalles, y en el que podían toparse, además, con una serpiente gigante.
La trama fue cuidadosamente coreografiada para poder jugar en la habitación con verdaderas paredes, sillas, antorchas y otros detalles que liberaban la fantasía. Para promocionar su iniciativa, la empresa subió al sitio web roadtoVR.com una publicidad en la que aparece un sonriente Harrison Ford.
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