Tomotaka Takahashi es el creador del primer robot astronauta, el cual regreso a la tierra justo hace un año. Ahora Takahashi ha presentado a Robohon, un pequeño robot humanoide que baila, habla, y funciona como un smartphone. Este nuevo robot ha sido creado en colaboración con Sharp y podría comenzar a comercializarse en Japón en solo dos meses, aunque también podría llegar a Europa y Estados Unidos a finales de este mismo año.
Sus medidas son de 19,5 centímetros y pesa tan sólo 390 gramos. Robohon camina, se mueve al compás de distintos ritmos como un bailarín y habla amistosamente con su dueño. Para lograrlo, el androide está dotado de una tecnología de reconocimiento facial y de voz para hacer más humanas sus conversaciones. La nueva creación de Takahashi trabaja como un teléfono celular y permite hacer llamadas como cualquier otro terminal. Además, integra características como cámara de fotos, proyector de imágenes o acelerómetro, entre otras prestaciones.
Para poder acceder a sus principales funciones, Robohon equipa una pequeña pantalla táctil de dos pulgadas, por la que también se podrá navegar por Internet gracias a la conectividad 4G o WiFi. Los usuarios podrán compartir datos o sincronizarse con otros dispositivos a través de Bluetooth. Pero, lo que más llama la atención del androide, lejos de la posibilidad de poder ser utilizado como un smartphone tradicional, es su sensación de humanidad. Takahashi ha querido hacer hincapié en esto, comparándolo con las respuestas orales que dan otros celulares convencionales, cuyo aspecto físico está muy lejos de asemejarse al de un ser humano.
Para Takahashi el hecho de que las ciudades estén creciendo a una velocidad de vértigo provocará mayor sensación de soledad, lo que se traducirá en la necesidad imperiosa de recurrir a uno de estos androides. Ya vimos recientemente otro robot similar llamado Pepper, programado para interpretar emociones y almacenar recuerdos durante unos veinte años.
En sus más de quince años de trayectoria profesional en la robótica, Tomotaka Takahashi ha desarrollado más de cuarenta tipos de robots, la gran mayoría humanoides. El más importante de todos, por lo menos el que ha tenido mayor repercusión, es el popular astronauta robotizado Kirobo, lanzado en 2013 a la Estación Espacial Internacional, para una estancia de año y medio. El robot, diseñado para comunicarse con humanos y hacer compañía a los tripulantes de la EEI, volvió a la superficie terrestre en febrero de este mismo año a bordo del carguero CRS-5 Dragon, propiedad de la empresa SpaceX. Sus primeras palabras fueron: “Desde arriba la Tierra brilla como un LED azul”.
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