Los adolescentes tienen la paciencia limitada cuando se trata de comprar ropa. Quieren la moda que ven en las pasarelas sin esperar a que llegue a las tiendas. Y a bajo costo.
Ese "lo veo ahora, lo compro ya” está provocando un verdadero terremoto entre las cadenas tradicionales de ropa juvenil, forzándolas a adaptar sus modelos de negocio y la manera en la que ofrecen la mercancía a través Snapchat, Facebook o YouTube.
"Nos están dirigiendo hacia donde ellos quieren”, admitía hace unos días el diseñador Tommy Hilfiger en un evento del sector, "por eso debemos pensar por delante de ellos y sorprenderlos”. El virulento sismo que azota la industria se acaba de cobrar su penúltima víctima: la popular marca de ropa casual Aéropostale, que fue durante décadas el "uniforme” de los jóvenes de entre 14 y 17 años en Estados Unidos, apunta El País.
La cantidad de cadenas que está acudiendo a los tribunales pidiendo protección frente a los acreedores para reestructurarse es sorprendente, como admiten en Forrester Research. La purga arrancó con la crisis económica y ahora es imposible de frenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario