A sus 16 años de vida, el Grupo Jala cuenta ya con 800 trabajadores y, a través de Fundación Jala, se encamina a la meta de cambiar la educación en Bolivia con la formación de ingenieros aptos para desarrollar software comercial desde colegio.
La empresa de software que nació en 2001 con seis ingenieros bolivianos, escogidos de entre 300 postulantes, encabezados por Jorge López Lafuente en oficinas alquiladas, hoy tiene su centro de operaciones en un edificio propio, ubicado en las avenidas Melchor Pérez y Simón López de la ciudad de Cochabamba. La construcción, situada en un esquina, ocupa casi una cuadra y cuenta con ambientes adecuados para que los más de 600 ingenieros procedentes de todo el país, además de 200 administrativos, trabajen de forma coordinada.
"Yo he venido a hacer esto desde el día uno y lo más difícil que hemos logrado aquí es convencer al ingeniero boliviano que sí puede; para mí el reto más grande fue decir al ingeniero boliviano en 2001: ‘vas a competir con Estados Unidos, vas a ser igual de capo (experto) y vas a producir lo mismo que producen ellos en el mismo nivel de competitividad’”, recuerda López. En 2001, el fundador había regresado de Estados Unidos después de haber trabajado casi 10 años en la creación de productos de Adobe Systems.
Cuatro años después, lo que entonces sólo era Jalasoft lanzó Xian Network Manager, un producto que monitorea la calidad de redes conformadas por todo tipo de dispositivos y que sirve a empresas que tienen miles de computadores en línea. Se vende en todo el planeta; la empresa naviera más grande del mundo los compra para usarlo en cuatro continentes (son alrededor de 50.000 licencias sólo para esa empresa).
Jalasoft es la empresa de software más grande de Bolivia, tiene una cartera de al menos 22 productos y trabaja 100% en exportación de software comercial. El 30 de junio, el Grupo Jala lanzó su primer producto para el mercado boliviano: Silas, el resultado del trabajo de jóvenes ingenieros graduados de las universidades del país junto con ingenieros investigadores del Grupo Jala con hasta 15 años de experiencia, que guían a los principiantes. "La idea nuestra es: ‘tú llegas a hacer las cosas cuando las haces’”, dice López.
Para el próximo año, Jalasoft prevé el lanzamiento de su propia nube y con ello vendrán muchas soluciones no sólo para la realidad actual, sino para mejorar la calidad de vida. "Bolivia está encaminada al desarrollo de su propia tecnología, buscando su independencia. Creemos que es importante potenciar las habilidades científicas y capacidad de innovación de nuestra gente. Queremos contribuir a resolver los problemas de nuestra región y crear un alto impacto social que contribuya a la independencia tecnológica boliviana”, afirma el director tecnológico, Davor Pavisic.
Jalasoft cuenta con clientes como L’oréal, Suzuki, la Armada de Estados Unidos, la Renta de Estados Unidos, la Empresa Espacial de Canadá y varios bancos de Europa. Asimismo, su producto Xiang Wings es una aplicación para los clientes de Blackberry y los productos de Apple como el Iphone y el Ipod en todo el mundo.
Cochabamba es su base de operaciones. La web de la compañía destaca que Bolivia fue elegida por los fundadores pues tiene una zona horaria que permite que los ingenieros trabajen muy bien en los horarios de las empresas de Estados Unidos y Europa. Además, resalta que Fundación Jala tiene vínculos con las comunidades de software de Bolivia y universidades con el objetivo de convertir a Cochabamba en el "nuevo Silicon Valley”para los ingenieros.
En busca de talento
El software a medida se dedica a resolver los problemas de una empresa en específico, mientras que el comercial es de uso mundial y se realiza para varias empresas; es la solución a un problema global.
El mundo del software comercial es gigantesco y la demanda de ingenieros especializados en ello es alta. Por eso, en 2007, Jalasoft se convirtió en Grupo Jala y dio vida a la Fundación que hoy enfoca su trabajo en cuatro programas de preparación de ingenieros: Investigación Aplicada, Desarrollo de Software Comercial (DEV), Softure, Software Fundamentals y Manual & Automation Testing. Cada trimestre inicia etapas de selección de ingenieros salidos de las universidades del país, los evalúa y en caso de ser aptos, los inserta en una etapa de capacitación que puede durar hasta un año. A ello se suman dos años más de capacitación, es decir, a todos los ingenieros que trabajan en Jalasoft les toma al menos tres años más estar al nivel de países avanzados.
El presidente de Fundación Jala, Gustavo Calderón, afirma que todos los becarios que terminan la capacitación dentro de la institución "tienen el trabajo asegurado”. Son cientos de millones de personas que en el exterior consumen estos productos. "Si tuviéramos el doble de gente becaria para esa cantidad habría puestos de trabajo esperando”, asegura. De hecho, en los planes del Grupo está llegar a la formación y dotación de empleo de 10.000 ingenieros.
El Grupo Jala considera que los ingenieros del país y de Latinoamérica sólo necesitan más educación. "El ingeniero boliviano llega a Fundación Jala con 30% a 36% de conocimiento. No digo que nuestras universidades no están bien, el problema es el nivel académico, que viene desde colegio. Si el colegio entrega a nivel bajo, la universidad se ve obligada a bajar su nivel académico y el resultado es que entrega a la industria un profesional con 36% del conocimiento necesario”, lamenta López.
Fundación Jala inició hace dos años un proyecto con ocho colegios en Cochabamba, cuatro privados y cuatro públicos. Trabajan en cambiar la forma de enseñar y aprender matemáticas, independientemente de la inclinación de cada estudiante, mediante Khan Academy, una plataforma elaborada en Estados Unidos, con más de 10 años de experiencia. Ese servicio es gratuito, pero Fundación Jala ayuda a usarlo correctamente. "Hemos trasladado toda la materia de matemáticas bajo el pensum que exige el Ministerio de Educación a un modelo igual en el Khan Academy. Capacitamos a los docentes y ayudamos a los chicos a que abran sus cuentas y aprendan realmente”, indica López.
Dentro de dos años la Fundación ofrecerá el servicio a los colegios del país que tengan interés en participar en este modelo y beneficiarse de lo que hace esta gigante del software boliviano.
La visión de los líderes de la compañía es la liberación tecnológica de Latinoamérica. "El modelo educativo en Bolivia y en Latinoamérica se enfoca en la memorización y repetición, pero lo que ponemos nosotros en la palestra es que la necesidad de los días tecnológicos en que vivimos, con internet y la consolidación de la información, es cambiar a un modelo educativo de razonamiento”, afirma López.
El aporte de Fundación Jala en la formación de ingenieros
"Sin inversión en educación se cierran las puertas del futuro”, afirma una nota de prensa del Grupo Jala. Y en las aulas de Fundación Jala se inició el proceso de creación de propiedad intelectual hecha en Bolivia.
Uno de los programas de Fundación Jala es el Programa de Investigación Aplicada, que nació en 2012 bajo el paraguas institucional de Fundación Jala y tiene el soporte técnico de Jalasoft SRL. Desarrolló con mucho éxito la aplicación Silas (página 8), orientada al manejo eficaz y sencillo de las facturas y el llenado del formulario 110 RC-IVA.
Otros programas son: Desarrollo de Software Comercial (DEV), Softure, Software Fundamentals y Manual & Automation Testing.
La capacitación en Automation Testing (automatización de testeo) tiene diferentes alcances de acuerdo con lo que es requerido para el producto que es desarrollado/testeado. Puede extender los casos de prueba que son limitados para un humano, como también brindar las herramientas vitales para integración continua.
La formación en Desarrollo de Software Comercial involucra crear productos que se instalen y ejecuten en gran diversidad de entornos computacionales, interactuando con usuarios humanos, otros software o incluso otras máquinas.
La capacitación en Manual & Automation Testing (testeo de software) es un proceso de investigación y experimentación técnico-empírica sobre un producto de software, con el propósito de proveer información relacionada a la calidad del mismo y realizar reportes sobre fallas, bugs de distintos tipos y alcances en productos de software que serán usados por muchos usuarios.
Los jóvenes que son formados en Softure (el futuro del software) son bachilleres en la carrera del Desarrollo de Software Comercial. Se dedican a programar cuatro horas, de lunes a viernes, todas las semanas del año, bajo la tutela de facilitadores Jala, de forma paralela a su carrera universitaria.
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